El Gobierno vasco estudia subvencionar el empleo creado como consecuencia del reparto del trabajo

El consejero de Economía, Trabajo y Justicia del País Vasco, el socialista Ramón Jáuregui, va a proponer al Gobierno vasco la aprobación de un decreto para subvencionar las cotizaciones sociales de los empleos que se creen como consecuencia del reparto del trabajo. Según el proyecto en el que trabaja Jáuregui, el decreto establecería hasta 15 posibles fórmulas de reparto de trabajo. La intención del consejero es que el decreto se apruebe en agosto, a más tardar, y que se aplique durante el último trimestre de este año como periodo piloto de cara a 1997.

Jáuregui está convencido de que la actual organización del trabajo está tocando a su fin. La globalización de la economía y la revolución tecnológica, dice, han destruido millones de empleos en Europa que no se han podido compensar con la creación de puestos de trabajo en nuevos sectores. Ello hace inevitable, a su juicio, plantearse el debate del reparto del empleo como algo ineludible. "Hay que transformar el cómo y el cuánto del trabajo", dice.Para ello, y como estímulo, el consejero prepara un decreto por el cual el Gobierno vasco subvencionaría las cotizaciones sociales de los empleos que creen como consecuencia de aplicación de fórmulas de reparto del trabajo. El decreto introducirá hasta 15 medidas distintas de reparto que afectan tanto a pactos colectivos como individuales entre el empresario y el trabajador. Entre las fórmulas individuales figuran, por ejemplo, los derechos de que gozaría un trabajador que eligiera cambiar su jornada completa por una parcial. Entre las fórmulas de aplicación colectiva figuraría que los convenios sectoriales prevean que las horas extraordinarias se compensen en tiempo libre y no económicamente. En ambos casos, según Jáuregui, se crearían plazas que contarían con subvención en las cotizaciones si las cubre el empresario con nuevo empleo.

El consejero reconoce que aún no se sabe el impacto económico que puede tener el decreto ni su acogida por parte de las empresas, por lo que su idea es que pueda ponerse en marcha el último trimestre de este año de forma piloto y, en función de los resultados, trasladar recursos de que dispone el Ejecutivo al año próximo.

El decreto sería, en poco tiempo, la segunda medida tomada en el País Vasco para estimular el reparto del trabajo. La primera es la reducción del 35% en la cuota por inversiones en el Impuesto de Sociedades para las empresas que reduzcan la jornada un 10% e incrementen un 10% el empleo, además de una deducción en la cuota de 750.00 pesetas por cada nuevo puesto de trabajo que se hubiera creado.

"Se trata", dice Jáuregui, "de ir introduciendo medidas que instalen un nuevo concepto del trabajo y su organización. Pero para que esto sea más completo falta que la negociación colectiva incorpore este hecho". El consejero afirma que el debate no está presente en la negociación colectiva "en primer lugar, por ignorancia, y luego porque la patronal es muy reacia, y por la pugna sindical que hay entre el sindicalismo nacionalista y los sindicatos estatalistas".

Esa pugna es la causa fundamental que alega el consejero para argumentar la imposibilidad de haber abierto un debate con los sindicatos sobre medidas de reparto del trabajo basándose en una propuesta entregada a las centrales el pasado mes de febrero.

Esa propuesta contempla cinco medidas: compensar las horas extraordinarias con tiempo libre, flexibilidad en el cómputo de la jornada introduciendo la cuenta ahorro-jornada, posibilidad de cambiar contrato a tiempo completo por tiempo parcial de forma voluntaria, contrato de relevo de los mayores por jóvenes y el reparto del trabajo "defensivo", es decir, siguiendo la fórmula aplicada en Volkswagen de evitar reducciones de empleo en casos de crisis a base de reducir jornada. "No ha sido posible entrar a discutir por la conflictividad interna del sindicalismo vasco", señala. En cuanto a la patronal, Jáuregui dice que mantiene "una actitud elegante porque es consciente de que el debate está bien planteado, pero no tiene entusiasmo".

El consejero afirma que el reparto del empleo es un debate ineludible, pero mantiene que el paso "más importante" para mejorar el empleo en Europa es "la reducción masiva de la jornada, lo que no se logrará ni siquiera en 10 años". Defiende la fórmula Rocard de primar en las cotizaciones sociales a las empresas que la apliquen y penalizar a las que no lo hagan, y manifiesta que la redistribución del empleo "es ahora la bandera de la izquierda".