El ejecutivo renuncia al recorte del gasto y deja en el aire casi 110.000 millones para Cataluña

El Consejo de Ministros descartará mañana con toda probabilidad el nuevo recorte del gasto en 117.000 millones de pesetas que el ministro de Economía en funciones, Pedro Solbes, quería aplicar al Presupuesto de 1996. La negativa del Partido Popular (PP) a participar de esta decisión y la mejora en las perspectivas de los ingresos en marzo y abril, han aconsejado la. retirada de esta medida. Entre otros aspectos de: menor cuantía, el recorte estaba destinado a satisfacer a las comunidades autónomas los 60.000 millones e pesetas que reclaman a la Administración central para cubrir un desfase en las transferencias de la sanidad del año 1994. De esta cantidad, 9.600 millones habrían correspondido a Cataluña.

Pedro Solbes estaba decidido a despedirse del cargo con la tijera en la mano. Primero fue el recorte en 850.810 millones sobre el Presupuesto prorrogado de 1995 para cumplir en el año en curso el objetivo de reducción del déficit. Días antes de las elecciones, el ministro comunicó a sus colegas del Gobierno su decisión de no incorporar al Presupuesto de este año 165.000 millones comprometidos en 1995 pero no pagados. Y ya en funciones, antes de Seniana Santa, Solbes. quiso aplicar un nuevo recorte de 117.000 millones.El ministro se empeñó personalmente en ello, aunque sus colaboradores le desaconsejaron adoptar esta última medida. Una de las razones, según explicaron ayer dos de ellos, es que se podía dar la imagen de dificultades presupuestarias, cuando el problema de los 117.000 millones no es urgente. Convenía, según estas versiones, esperar una mejora en la evolución de los ingresos y no obligar a los ministros a encajar otro ajuste cuando prácticamente tienen ya las maletas hechas.

Además, con el relevo del PP en ciernes, se consideraba que lo más conveniente era plantear el problema para que el equipo de José María Aznar lo resuelva una vez instalado en el Gobierno. Pero Solbes optó -"por una cuestión de honradez personal", afirman sus colaboradores- por dejarlo resuelto y traspasar al PP un Presupuesto por ministerios lo más ajustado posible a la realidad y sin problemas pendientes.

Solbes quería mantener con tactos secretos, pero el enviado del PP, Cristóbal Montoro, levantó el velo, rechazó la propuesta y abundó en su idea de que Ias cuentas no están claras".

Una de las cantidades adicionales a cubrir es el pago por la denominada deuda histórica que, días antes de las elecciones, el Gobierno decidió saldar con Andalucía (20.000 millones) y Extremadura (5.000 millones). El PP criticó durante la campaña electoral este "regalo" a dos de las comunidades con mayor voto socialista. El rechazo de Montoro a compartir la decisión de aplicar un recorte a los ministerios impedirá, al menos de momento, que Andalucía y Extremadura perciban estos fondos adicionales.

La postura de Montoro deja. también en el aire los 60.000 millones que las autonomías reclaman desde hace un año a la Administración central. Hacienda se había negado hasta ahora a admitir esa deuda del ejercicio 1994, en concepto de transferencias para financiar la sanidad. En ese año, el Insalud estimó un ahorro de 90.000 millones a través de medidas de contención del gasto sanitario y, en realidad, fueron 150.000 millones, según Hacienda.

Las autonomías no se creyeron esas cifras y pensaron que el incremento en el gasto sanitario (el PIB nominal; es decir, el crecimiento económico más la inflación) debería hacerse sobre la base de un ahorro de 90.000 millones y no de 150.000 millones; es decir, sobre un punto de partida mayor. Sus propios presupuestos se confeccionaron con esta perspectiva, lo cual originó el desfase de los 60.000 millones. Cataluña es la comunidad que más dinero reclama (9.600 millones), seguida de Andalucía, Valencia, Galicia y Canarias.