La Unión Europea insiste en la acción positiva

La Unión Europea no sólo es partidaria de seguir fomentando la acción positiva, sino que quiere reforzar este tipo de mecanismos. "En un momento en que los jefes de Estado y de Gobierno han reconocido en los consecutivos Consejos Europeos de Essen, Cannes y Madrid que conseguir la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres es una tarea primordial", dice el comisario europeo de Asuntos Sociales Pádraig Flynn, "resulta crucial reafirmar la legitimidad de las medidas de acción positiva".Una reciente sentencia del Tribunal Europeo de Justicia se manifestó en contra de una ley del estado de Bremen (Alemania), que discrimina positivamente a la mujer cuando ésta está infrarrepresentada en un sector.

Precisamente por esta sentencia, dictada en octubre pasado, la Comisión Europea expresó su intención de modificar una directiva europea (la 76/ 207/CEE) para dar cobertura legal a este tipo de acciones. Flynn asegura que tal cambio se realizará "en breve" y defiende las "acciones" positivas, aunque no las "discriminaciones" positivas.

Mundialización

Las medidas de acción positivas son necesarias, según ha declarado Flynn a este periódico, "para contrarrestar los efectos de un pasado de discriminación, eliminar los factores de desigualdad existentes que afectan a las oportunidades de las mujeres en el área del empleo y promover la igualdad de oportunidades, particularmente respecto a tipos o niveles de trabajos en los que las mujeres están claramente infrarrepresentadas".

Para Flynn, el problema de la ley de Bremen es el automatismo que aplicó al caso que llegó al Tribunal Europeo. En dicho caso, un hombre y una mujer obtuvieron la misma calificación para ascender y el puesto se le adjudicó a ella por ser mujer y trabajar en un sector en el que apenas están las mujeres representadas.

En Europa, según un informe de la Confederación Internacional de Sindicatos Libres, se asiste desde hace algunos años al retorno de los "métodos de producción de la época preindustrial" con trabajo a domicilio y subcontratos. Según esta organización, las mujeres representan el 90% del trabajo a domicilio.

También según la Confederación, las mujeres son las primeras víctimas de la mundialización de la economía que ha entrado en una descarnada competitividad internacional en detrimento de los derechos de los trabajadores y, sobre todo, de las trabajadoras, informa la agencia France Press. Según la Organización Internacional del Trabajo las mujeres no sólo cobran menos en todos los países del mundo, sino que, además, trabajan más que los hombres.