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DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

El mercado laboral español castiga a la mujer con salarios más bajos y puestos peores

Falta medio siglo para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres, según la OIT

Gabriela Cañas

Los casos relatados por trabajadoras españolas exponen la crudeza del panorama que todavía hoy persiste en el mundo laboral para la mujer. Ya que a igual puesto de trabajo hay que cobrar lo mismo, muchos patronos resuelven el asunto contratando a las mujeres para los peores puestos, lo que dificulta las denuncias ante los tribunales. Las españolas ganan alrededor de un 30% menos que sus colegas, un porcentaje similar, al del resto de Europa, pero la inestabilidad del mercado laboral español y su alta tasa de desempleo (la mayor de la Unión Europea) pone las cosas más difíciles.Ellas recogen las fresas; ellos las cargan en el camión. Ellas limpian las habitaciones del hotel; ellos sirven las comidas. Ellas empaquetan las galletas; ellos observan los puntos de cocción. Ellas y ellos suelen trabajar codo con codo, pero ellos siempre están mejor remunerados y ellas constatan cada día que quizá son víctimas de una discriminación difícil de demostrar.

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Tan difícil, que las que empaquetan las galletas en Fontaneda perdieron el caso ante el Tribunal Constitucional, y eso a pesar de que la sentencia reconocía que las diferencias entre ambos trabajos son mínimos y que, sin duda, "el sistema de adscripción departamental del personal responde a una división de trabajo basada en el sexo, que no tiene su origen en el convenio colectivo, sino en una inveterada práctica de adscripción del personal masculino o femenino preferentemente a alguno de los dos departamentos objeto de la comparación". Pero se perdió el caso, porque la cuestión litigiosa se refería sólo a la diferencia salarial en un mismo departamento. Así que sólo las cuatro mujeres que trabajaban en el departamento masculino -y que, aún así cobraban menos que ellos- vieron atendida su demanda.

También las planchadoras de Induyco perdieron el caso, aunque ellas insisten en que todos hacen exactamente lo mismo: planchar. "Pero es que dicen que nuestros compañeros eran antes sastres y llegaron con un sueldo superior", dice Felisa Nevado, enlace sindical en la empresa.

Aún así, las planchadoras de Induyco, son una privilegiadas en términos relativos. La empresa ha visto reducida su fuerza laboral en veinte años desde los 7.000 trabajadores a los 2.900. "En el sector textil tenemos mucha economía sumergida en la que cientos de mujeres cosen y planchan por la mitad de precio que nosotras", dice Nevado.

Casi dos millones de mujeres se han incorporado a la vida activa en el último decenio (Véase EL PAÍS de ayer), pero no todas consiguen un empleo. La tasa de paro femenino, situada en el 30,4%) es casi doble que la masculina (17,9%). En términos absolutos los parados registrados españoles es una legión formada por 1,7 millones de hombres y 1,8 millones de mujeres. Nuestra alta tasa de desempleo, la mayor de Europa, es la principal culpable de que las españolas estén en peor situación. Según el último informe de la ONU sobre desarrollo humano, España es el 9º país donde mejor se vive del mundo, pero el índice de desarrollo de la mujer sitúa a este país en el 34º lugar de la lista.

Pese a la dificultades, las mujeres han ganado ya muchos casos ante los tribunales. Ganaron las mujeres de la firma Puig, y las limpiadoras del Hospital Gregorio Marañón, cuyo compañeros ganaban más aunque se dedicaran a lo mismo; y las de Catelsa, una empresa guipuzcoana de fabricación de piezas de caucho donde los hombres también cobraban más.

La Organización Internacional del Trabajo publicó ayer uno de sus datos más escalofriantes: las mujeres tardarán 475 años en conseguir la igualdad laboral. La OIT se olvidó de actualizar este dato, que es del año pasado. En realidad, ya sólo quedan 474.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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