La Biblia en verso
Una nueva traducción de los textos sagrados al inglés entusiasma a los estadounidenses y horripila a los británicos
En un país como Estados Unidos en el que en cada casa hay tantas Biblias como aparatos de televisión, una nueva traducción del texto religioso debería pasar inadvertida. En las librerías norteamericanas, hay más de 40 traducciones y de 500 versiones de la Biblia, desde la reciente maniobra comercial del texto políticamente correcto hasta la versión de lujo de Oxford Universitary Press o las baratas publicaciones que nunca faltan en la habitación de cada hotel.Todas estas ediciones comparten un propósito divulgador. Los cinco libros de Moisés persigue justamente el objetivo contrario. En su traducción, con notas y comentarios, Everett Fox trata de acomodar la sintaxis y los sonidos del hebreo antiguo al inglés. Este último intento de contar la Biblia de otra manera está escrito sin concesiones que faciliten la comprensión de los enigmas bíblicos. El resultado es la auténtica "Biblia en verso", un texto que aspira a captar la estructura y los ritmos del hebreo antiguo.
A algunos les suena a música celestial y para otros no es más que un ejercicio elitista."Hay muchas cosas en la Biblia que no tienen por qué ser divulgadas, que no tienen por qué ser facilitadas", explica Everett Fox, que se ha sentido en este trabajo como un director de orquesta rescatando una partitura clásica de las adherencias de los siglos y restaurando lo que él considera que es su verdadero mensaje.
El nombre de Dios está escrito como "YHWH", un sonido que corresponde a la expresión en hebreo antiguo, cuya pronunciación se ha perdido y que se sustituyó por aproximaciones incorrectas, dice Fox, como Yahweh y Jehovah. lsaac: es Yitzhak, "el que ríe". Sus hijos, Esaú y Jacob, son Esav y Yaakov, mientras que Caín y Abel recuperan sus nombres de Keyin y Hevel.
Todo el texto está versificado para tratar de reproducir en inglés el ritmo poético y musical del hebreo. Hay palabras, como Dios, que se repiten sin cesar e imágenes poéticas complicadas y ambiguas. "Quiero que el lector se despierte, que se dé cuenta de que no está tan familiarizado como cree con un libro tan familiar como la Biblia", dice, Fox. Martin Buber, traductor de la Biblia al alemán y considerado por Fox como predecesor y maestro, escribió en 1926: "La gente debería leer la Biblia como si nunca la hubiera visto, como si nunca se hubiera encontrado con ella".
El lanzamiento de la nueva traducción se ajustó perfectamente a su originalidad. El 18 de diciembre, en la catedral de San Juan el Divino de Nueva York, las 2.500 personas que llenaban la nave de la iglesia tuvieron oportunidad de escuchar -"como si fuese la primera vez en la vida", fue un comentario extendido- cómo Moisés recibió los Diez Mandamientos de Dios y la forma en la que Noé afrontó el Diluvio. Universal de boca de famosos escritores y actores. Entre las lecturas hubo música de Gershwin, fragmentos de El Mesías de Handel y de la Obertura Egmont de Beethoven.
Esta nueva versión ha suscitado hasta el momento más opiniones positivas que negativas en Estados Unidos. Pocas tan entusiastas como la que el rabino Burton Visotsky confió a Newsweek tras su lectura: "Si Dios hubiera hablado en inglés en el Sinaí, así es como hubiera sonado".
El profesor y poeta Edward Hirsch escribió en el suplemento de libros de The New York Times: "Un texto religioso de lectura obligatoria, un documento histórico de primera magnitud y una obra de gran imaginación literaria". Otros responsables de ediciones clásicas de la Biblia creen que ejercicios de arqueología lingüística como éste apartan de lo que debe seguir siendo el objetivo de poner la Biblia al alcance de todos.
Everett Fox, de 48 años, casado y con tres hijos, profesor de Estudios Judíos en la Universidad Clark de Worcester, empezó a trabajar en la traducción de Los cinco libros de Moisés, un libro de más de mil páginas, en 1968. En la actualidad traduce otros seis libros del Antiguo Testamento con los mismos criterios: "Quiero que el lector inglés tenga a su alcance el sonido de las palabras, porque cada traducción es una representación, una opción personal sobre expresiones, términos, palabras. Todo traductor dice que ha sido fiel al texto original: yo he querido ser fiel al feeling del hebreo antiguo, a la música de sus palabras".
La primera edición de Los cinco libros de Moisés, aparecida el pasado noviembre, tiene una tirada de 50.000 ejemplares. La obra cuesta 50 dólares (6.000 pesetas). Incluye los libros del Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
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