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Tribuna:LA SOMBRA DE LOS PIONEROS DEL CINE
Tribuna
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La imagen perdida del primer cine español

Entre las llamativas lagunas, olvidos e injusticias que han poblado la memoria del cine español hay una especialmente grave; es la que hace referencia directa a las primeras etapas de la historia de nuestro cine. Si Méndez Leite von Hafe, en su divulgada Historia del cine español, ignoraba por completo a Luis Buñuel y la producción cinematográfica de la guerra civil, no más acertado quedó García Escudero, director general de Cinematografía en dos ocasiones, cuando zanjó la cuestión al afirmar que antes de 1939 prácticamente no existió el cine patrio. A la pérdida/ destrucción de un tanto por ciento muy elevado de las películas de este periodo se ha sumado tradicionalmente una valoración errónea sobre su calidad y significación histórica y una notable falsedad documental perceptible en acontecimientos considerados como hitos en los inicios del cine español, como son la documentación definitiva de las primeras exhibiciones madrileñas del cinematógrafo Lumiére, las filmaciones de Alexander Promio en España y los primeros rodajes de los Jimeno en Zaragoza. El universo. cinematográfico hispano no se inicia tras la contienda de 1936, como ya demostró en su momento la nueva generación de historiadores -Román Gubern, Julio Pérez Perucha, Palmira González- en sus rigurosos trabajos sobre el cine de la República y la guerra civil, las etapas rnudas o la producción catalana de los años diez. Sin embargo, es sólo ahora cuando está siendo puesta de manifiesto en toda su exactitud la grandeza de este cine y de los profesionalés que pusieron en pie desde sus cimientos el edificio de nuestra identidad cinematográfica. La recuperación paulatina de títulos fundamentales del mudo español, a cargo de la Filmoteca Española y otras análogas de ámbito regional, como La condesa María, El negro que tenía el alma blanca o La bodega, por citar sólo el caso ejemplar de la obra de Benito Perojo, y la irrupción de un renovado interés historiográfico sobre el tema comienzan a dar sus frutos. A los últimos estudios sobre el cine de Perojo (Román Gubern), de Florián Rey (A., Sánchez Vidal), o el cine en español de Hollywood (J.B. Heinink), hay que sumar la recién aparecida Historia del cine español, con espléndidos trabajos recopiladores de Guberri y Pérez Perucha, o los de próxima aparición, Antología crítica del cine español, trabajo auspiciado por la Asociación Española de Historiadores de Cine y Filmoteca Española, que profundiza en más de trescientas películas conservadas de, toda la historia de nuestro cine, así como el Diccionario del Cine Español que dirige José Luis Borau desde la Academia de Cine. A ello hay que sumar un sinfín de trabajos particulares que están poniendo un poco de luz en un firmamento que se creía apagado.

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Sin palomitas y con acomodadores

Lamentablemente, en los últimos tiempos hemos asistido a la pérdida de una oportunidad de oro cuando al utilizar la fuerza televisiva para la divulgación de estos hechos -es el caso de la serie de TVE Imágenes perdidas-, la falta de rigor y el uso arbitrario de información han transmitido al espectador una sesgadá idea de estas iniciales etapas del cine español.

Joaquín Cánovases profesor de Historia del Cine dle la Universidad en Murcia.

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