Sin palomitas y con acomodadores
Eduardo Jimeno se cansó de proyectar las películas de los hermanos Lumiére y decidió filmar, acompañado por su hijo, una propia. El padre tras la cámara y el hijo dando órdenes al público intentaron primero rodar la salida: de una fábrica, pero tuvieron que abandonar el proyecto. La segunda grabación se llevó a cabo. un domingo de octubre de 1896, según datos de los herederos que algunos, historiadores cuestionan. Padre e hijo se apostaron a la salida de misa del Pilar de Zaragoza y gastaron. los 17 metros de película. Se reveló por la tarde y se exhibió al día siguiente.Entoncés se rodaban películas de masas. No había actores principales. La proyección de Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza fue un escándalo. Eduardo Jimeno, nieto e hijo de los pioneros, recuerda que el público, asustado, al verse, en la pantalla, "salió corriendo y tiró el barracón donde se pasaba el filme".
El aparato con el que se proyectó y la película son propiedad de Eduardo Jimeno, que no ha querido dedicarse al cine y continuar con la historía familiar, desilusionado, ante "el olvido" en que viven sus antepasados. La aventura de los Jimeno se acabó con su padre, que acabó vendiendo el madrileño cine Proyecciones. "A él no le gustaban las salas incómodas donde todo el mundo come palomitas: las llamaba fábricas de cine. Su local tenía dos señoras en los lavabos y diez acomodadores. En el antiguo Proyecciones había un servicio diario de pastelería y bocadillos".
Salida de misa de doce del Pilar... se ha convertido en un clásico. El heredero de lós Jimeno dice que hasta la Filmoteca Vaticana se ha interesado por la obra.
Babelia
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