La Fundación del Teatro Real nace con la pretensión de dinamizar la cultura

"El proyecto del Teatro Real, que pretendemos se convierta en un motor de la cultura española, estará defendido hasta la beligerancia por la Comunidad de Madrid", afirmó ayer Alberto Ruiz-Gallardón, presidente de la autonomía madrileña, en presencia de Carmen Alborch, ministra de Cultura, en el acto de constitución de la Fundación Teatro Lírico, que regirá el futuro del Teatro Real y el Teatro de la Zarzuela. En el mismo acto, calificado por sus protagonistas de histórico, fueron presentados el patronato de la fundación y los estatutos que la regirán. Fuentes próximas a Cultura reiteraron que Elena Salgado es la persona que con toda probabilidad dirigirá la mencionada fundación.

Ruiz-Gallardón llegó a afirmar irónicamente sobre Salgado: "La persona que dentro de un mes nos va a proponer Cultura ya ha sido aceptada por la Comunidad de Madrid". Al mismo tiempo dejó claro que el primer objetivo que persiguió con respecto al Teatro Real fue ponerse a disposición de Cultura para finalizar y culminar las obras de restauración. "Hemos saldado una deuda histórica, secular y antigua para que se pueda desarrollar una de las expresiones artísticas más sublimes de la humanidad y nazca algo más que un espacio e9ténico, ya que nace un motor que pretendemos sea una revolución cultural", precisó. Tanto él como la ministra, elogiaron la fórmula de gestión elegida, ya que ambos opinan que estamos ante un órgano no político sino nacido de la propia sociedad civil, en clara relación con los miembros del patronato, a los que Ruiz Gallardón alabó por su "competencia, profesionalidad y alta cualificación cultural".Inauguración

Ambos no ocultaron que les gustaría que el teatro se inaugurara antes de finales de 1996, pero ninguno puede afirmar si la apertura oficial será para entonces ya que ello depende del plan de actividades que establezca el patronato, que por ley de fundaciones no puede reunirse hasta dentro de 30 días. En su primera reunión, previsiblemente nombrará a Elena Salgado directora de la fundación y también se establecerá un plan de actividades y la creación de la plantilla adscrita al Real.

Para Carmen Alborch, este proyecto cultural no es sólo un conjunto de instalaciones: "Aunque éstas hayan tenido los más altos calificativos en cuanto a avances técnicos y escénicos, lo que ofrecemos es uno de los principales proyectos culturales de Europa, con la ópera de protagonista, como obra total en la que se unen todas las artes". En cuanto a la fórmula jurídica adoptada, Alborch afirmó que ésta era novedosa dentro de la gestión cultural y, al igual que Ruiz Gallardón, señaló que han conjugado el interés público con la incorporación de la sociedad civil, refiriéndose a la formación del patronato.

La composición de la Fundación Teatro Lírico está encabezada por Carmen Alborch, como presidenta; Ruiz Gallardón, vicepresidente; Enrique Linde, secretario general, y doce vocales en el patronato, cinco de la CAM y siete de Cultura. Estos son, por la CAM, Gustavo Villapalos, consejero de Cultura y Educación de la CAM; Gonzalo Alonso, experto musical; Eduardo Casanueva, abogado; José Lopez, presidente de Telemadrid, y José Luis Gómez, director y actor de teatro. Por Cultura forman parte Alberto Zedda, ex director artístico de La Scala de Milán; Luis de Pablo, compositor; Isabel Penagos, catedrática de canto; Gregorio Marañón y Bertrán de Lys, abogado; Emilio Lledó, filósofo; José Antonio Campos Borrego, ex sobreintendente del Teatro de la Zarzuela, y Elena Posa, ex directora del Festival Grec y actual directora general del INAEM.

La dotación para el mantenimiento del Real será aportada por Cultura y la CAM en un 72,5% y un 27,5%, respectivamente. En cuanto al coste de cada temporada, no se ofrecerán cifras definitivas hasta la primera reunión del patronato, aunque Alborch ya declaró que rondará los 8.000 millones de pesetas por temporada.

El Ayuntamiento, tal y como afirmó su alcalde cuando comunicó hace meses que se salía como miembro del patronato porque el Real era "un despilfarro que no podemos asumir", sí firmará un convenio con esta fundación y su aportación, desconocida hasta enero de 1996 -aunque se estima en tomo a los 100 millones anuales-, será la más importante, "amplia y generosa" de las que se realizarán de manera externa.