El socio latinoamericano

Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, integrantes del Mercado Común del Sur (Mercosur), suman unos 200 millones de habitantes, un PIB conjunto superior a los 880.000 millones de dólares, y han depositado grandes esperanzas en el acuerdo marco que sus jefes de gobierno firmarán el próximo día 15 en Madrid con sus colegas de la UE. Un deseo que ha sido puesto de manifiesto en la novena reunión anual, que se clausuró ayer en Punta del Este (Uruguay). Un dato indica la importancia de este emergente mercado suramericano para los capitales europeos y su clasificación como prioritario: en cuatro años se ha quintuplicado el comercio regional y se prevén para el próximo lustro obras de infraestructura que requerirán inversiones privadas del orden de los 20.000 millones de dólares (2,4 billones de pesetas). Este primer acuerdo es fundamental para la creación de una unión aduanera y la asociación interregional de los dos megaespacios, que agrupan al 10% de la población. mundial y el 12% de su superficie. Chile y Bolivia negocian su vinculación a una agrupación que mantiene protecciones especiales destinadas a desaparecer en el año 2000 y quiere negociar con la UE la eliminación de los subsidios agrícolas. El documento marco parte de las coincidencias en materia de principios democráticos: contrariamente a tiempos pasados, en ninguno de los cuatro países gobiernan los militares.Estados Unidos observa atentamente el acercamiento y teme que se constituya en una aplicación del modelo europeo de integración, con connotaciones de proteccionismo regional. El secretario de Comercio norteamericano; Ronald Brown, lo advirtió: "Recibimos con entusiasmo el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. Creemos y defendemos el libre comerció siempre que no discrimine a EE UU". El acuerdo marco ordena la cooperación en los ámbitos de integración, comercial, económico -sectores agrícola, industrial, de inversiones, transporte, ciencia y tecnología-, y ámbitos para las relaciones y la cooperación institucionales e integración.La relación de América Latina con la UE era casi marginal en 1990 pero ha crecido en su flanco sur al abrigo de los intereses comerciales. Las inversiones europeas en Brasil y Argentina superan a las de los otros grandes de la economía mundial: Estados Unidos y Japón. Los capitales europeos, con especial hincapié en los sectores industrial y de servicios, configuran el 40% del total de inversiones extranjeras directas en los cuatro países que forman el Mercosur. Un estudio que maneja el gobierno de Buenos Aires indica que "el interés, y hasta la prisa evidenciada por los europeos" por acercarse al Mercosur y formalizar un acuerdo que prepare las bases de una asociación interregional "tiene que ver, sin duda, con la carrera por la definición de las zonas de influencia en la economía globalizada". En ese sentido, otro documento del consejo que asesora al Gobierno alemán prevé en América Latina, el próximo año, una tasa de crecimiento del 4% "que no es tan dinámica como en Oriente (aproximadamente un 7%), pero es una buena tasa si se recuerda lo que ocurrió en los primeros años de la década de los 80".