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CLINTON, EN ESPAÑA

Solana reveló a EE UU que él es partidario de que España entre en la estructura militar de la OTAN

Antonio Caño

Javier Solana aseguró a Estados Unidos, durante el proceso de discusión de su candidatura, que es partidario de que España se incorpore plenamente a la estructura militar de la Alianza Atlántica. Esa confesión fue determinante para ganar el apoyo del conjunto de la Administración norteamericana, dividida hasta ese momento, a la candidatura del ministro español de Asuntos Exteriores a la Secretaría General de la OTAN, según informó ayer un portavoz del Gobierno estadounidense que viaja con el presidente, Bill Clinton.

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El objetivo de Estados Unidos, "aunque no sea para hoy, ni para mañana", es que España se integre totalmente en la estructura militar de la Alianza Atlántica, según explicó a EL PAÍS un alto funcionario de la Administración norteamericana que acompaña a Clinton en su viaje europeo.El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, el principal promotor de la candidatura de Solana en Washington, no ha encontrado desde el principio ningún inconveniente en que el ministro español ocupara la más alta responsabilidad de la OTAN a pesar de que España no forme parte del comando integrado. Así lo manifestó hace días el portavoz del Departamento de Estado, Nicholas Burns. Pero el nombre de Solana fue Posteriormente objetado por el Pentágono, que encontraba improcedente la elección para la Secretaría General de un funcionario de un país que no creía a un 100% en la Alianza.

Una fuente de la Administración norteamericana desmintió ayer que el Pentágono y el Departamento de Estado tuvieran candidatos diferentes para la OTAN, pero reconoció que la posición manifestada por Solana fue importante para ganar el apoyo de Estados Unidos. En algún momento del proceso de selección -las fuentes consultadas no han precisado la fecha ni las circunstancias-, Solana hizo saber a Estados Unidos que él tiene una posición diferente a la del resto del Gobierno español sobre ese asunto y que, a título individual, él es partidario de que España se sume al único organismo de la OTAN al que no pertenece, el comando integrado.

A título personal

La fuente citada insistió en que el Gobierno norteamericano había juzgado a Solana individualmente y que ésta es la única posición que les interesaba, ya que el Cargo de secretario general de la OTAN no se ocupa en nombre de un Gobierno, sino a título personal.

España participa en todos los órganos de planificación militar, incluido el nuclear. Pero, cuando presentó a referéndum la incorporación a la OTAN, en 1986, el Gobierno socialista prometió quedarse ausente del comando integrado, al que tampoco pertenece: Francia, como una muestra de cierto distanciamiento con la organización militar que lidera Estados Unidos.

Las fuentes consultadas estos días en el entorno de la presidencia estadounidense no comentaron nada sobre la posibilidad de que Clinton trate el tema de la mayor vinculación de España a la Alianza Atlántica cuando se reúna hoy en Madrid con el presidente del Gobierno español, Felipe González, y con el líder del primer partido de la oposición, José María Aznar, a quien las encuestas señalan como muy probable próximo presidente y, por tanto, como la persona que tendría que tomar la decisión de integrar a España en la estructura militar de la OTAN.

La contradicción en el hecho de que ocupe la Secretaría General de la OTAN un funcionario de un país que no está plenamente integrado a todas las estructuras de la Alianza ha sido mencionada varias veces por los periodistas norteamericanos que cubren el viaje de Clinton. Alguno de ellos ha interpretado que la Administración ha querido hacer públicas las posiciones individuales de Solana sobre ese asunto para evitar que el apoyo de Washington al ministro español tenga efectos perjudiciales dentro de la política interna norteamericana. Varios miembros del Congreso estadounidense han manifestado, en los últimos días puntos de vista diferentes a los del Gobierno en relación con Solana.

Rueda de prensa con González

El respaldo de Estados Unidos a Solana se ha convertido en uno de los temas centrales y más polémicos de la visita que Clinton inició a última hora de ayer a España, sobre todo porque el resto de las cuestiones del viaje carecen del suficiente interés para la opinión pública norteamericana, que ahora mismo se encuentra concentrada en el envío de tropas a Bosnia.

Otras fuentes diplomáticas en Washington confirmaron que las posiciones del Gobierno español y de Solana sobre la participación en la estructura militar de la OTAN habían sido largamente debatidas durante el proceso de selección. Esas fuentes no dijeron, sin embargo, que Solana hubiera expresado una opinión diferente a la del Gobierno, sino que Estados Unidos terminó entendiendo que el hecho de que España no pertenezca a la estructura militar no obedece a razones filosóficas, como puede ser el caso de Francia, sino simplemente a una maniobra táctica para ganar el referéndum de 1986.

Los funcionarios norteamericanos a los que se ha consultado sobre estos temas han tratado de ser muy cuidadosos porque dicen conocer las tensiones políticas internas que existen en España en la actualidad y no quieren. que la visita del presidente Clinton se vea afectada por ellas. Medios periodísticos consideraron, sin embargo, que la Casa Blanca va a tener que elaborar una posición convincente sobre el respaldo a Solana, tanto en España como en Estados Unidos, cuando Clinton comparezca hoy en conferencia de prensa junto a González.

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