Madrid, una ciudad blindada
Medio millar de agentes hacen este fin de semana pasillo a Bill Clinton. La visita del presidente de Estados Unidos ha transformado Madrid en una ciudad blindada. El descomunal séquito de seguridad no podía pasar ayer inadvertido para los madrileños. En cada esquina vigilaba, tiesa e impávida, una pareja de agentes de la policía nacional. En el cielo, el estruendo de los helicópteros. En las calles, el destello de los coches patrulla. Y en la ruta de la comitiva -hacia el museo del Prado desde el aeropuerto de Barajas-, importantes atascos una hora antes de que llegase el avión.El escudo policial de Clinton ha sido diseñado por el Ministerio del Interior y la Embajada norteamericana. Cuatro cuerpos policiales integran el entramado de vigilancia: agentes municipales, funcionarios del Cuerpo Nacional, guardias civiles y miembros de la CIA.
El dispositivo de vigilancia comenzaba a dibujarse en el aeropuerto madrileño. En él esperaban la llegada de Clinton una decena de coches oficiales, 30 vehículos policiales y cerca de 50 motos. A primera hora de la tarde aterrizaron dos aviones en esa zona reservada. "Es parte de su séquito, que llega con antelación", explicó un representante de la Guardia Civil.
Un control cada 500 metros
En la N-II, la carretera de Barcelona, había cada medio kilómetro un vehículo de la Guardia Civil de Tráfico. En las calles de, Madrid, más policía. Según el Ayuntamiento, el grupo tuvo el camino despejado con diez minutos de antelación. "Contamos con 150 agentes municipales exclusivamente dedicados a cortar la circulación", agregó el portavoz. La Dirección General de la Policía, sin embargo, no quiso revelar detalles del dispositivo de seguridad. "Hay muchos policías de servicio. No podemos decir nada más".
No obstante, algunos agentes de la UIP (Unidad de Intervención Policial) sí hablaron: "Han venido compañeros de fuera de Madrid y este fin de semana no libra casi nadie". "Aunque no parezca creíble, hay tantos agentes trabajando de paisano como de uniforme", susurró otro funcionario.
La escolta de seguridad de Clinton está alojada en el hotel Palace, en la carrera de San Jerónimo. En la cuarta planta del recinto duermen cerca de 200 funcionarios del Gobierno estadounidense. La dirección del establecimiento ha reservado otra para el control interno de seguridad y el servicio de comunicaciones. Asimismo, ayer estaba prohibido el tráfico por las calles aledañas.
El jefe de la Policía Municipal, José Manuel Morales, aseguró que el llamativo despliegue no iba a originar problemas a los ciudadanos?. Sin embargo, a última hora de la tarde se registraban importantes atascos en el entorno del paseo de la Castellana y la M-30. Ambos eran lugares de paso de Clinton.
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