Saizarbitoria rebusca en la memoria de toda una generación de vascos
En 'Amaika pauso', el autor se inspira en el fusilamiento de un miembro de ETA
El escritor euskaldun Ramón Saizarbitoria (San Sebastián, 1944) acaba de publicar su última novela y esto es todo un acontecimiento dentro del efervescente mundo de la literatura en euskera. Han pasado casi 20 años desde que apareciera su anterior novela, Ene Jesús (Ay Dios mío), y este prolongado silencio se rompe ahora con la publicación de la que parece ser la más densa y ambiciosa de sus creaciones. En Amaika pauso describe la trayectoria anímica de un escritor empeñado en narrar la agonía de un personaje inspirado en el activista de ETA Ángel Otaegi, fusilado en 1975.
Amaika pauso es probablemente la novela más esperada de los últimos tiempos, la que viene precedida de una mayor expectación. No en vano las obras de este escritor donostiarra contribuyeron decisivamente a trasladar al ámbito urbano a una literatura instalada en un ruralismo falsamente nostálgico y a situarla en la modernidad estilística y conceptual.En Amaika pauso las biografías de ambos personajes -el escritor y el activista- acaban entrecruzándose hasta llegar a compartir el miedo a la muerte, la soledad y la impotencia humana. Ramón Saizarbitoria ha recuperado la memoria rota de toda una generación de vascos recomponiendo los recuerdos fragmentados de aquellos años terribles con una mirada comprometida, pesimista, trágica, desde, luego, pero vaciada de toda mitificación y heroísmo. No es la crónica de los últimos fusilamientos ordenados por Franco, aunque el relato esté animado con los auténticos nombres y apellidos de una serie de actores y testigos reales que jugaron su papel en aquel proceso. Amaika pauso es, más bien, una mezcla de realidad y ficción en la que esta última se impone cada vez que ambos universos colisionan, pero no a costa de desvirtuar la realidad.
Saizarbitoria, que intuye que en los próximos años va a desatarse toda una explosión de realismo en la literatura vasca, propone implícitamente volver a la escena vasca, afrontar lo que está pasando aquí desde hace tanto tiempo. "He rebuscado en la memoria hasta encontrar las circunstancias en que vivíamos, he tratado de acordarme del miedo, de la persistente presencia de la lluvia en aquella época, de los compromisos que se asumían fatalmente, de la inmolación. Supongo", dice, "que todos tenemos necesidad de explicamos".
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