El Gobierno amenaza a Pujol con retirarle el 15%

Jordi Pujol puede olvidarse de la cesión del 15% del IRPF para 1996 si rechaza los Presupuestos con una enmienda a la totalidad. El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, lo anunció ayer. Es la baza que el Gobierno usará contra la decisión de CiU de presentar una enmienda para Ia devolución de los Presupuestos.Esa medida, que hará pupa a los nacionalistas catalanes, ha provocado también la reacción en contra del candidato del PSC a a presidencia de la Generalitat, Joaquim Nadal, quien considera la cesión "no negociable".

Economía no convocará antes del 30 de septiembre el Consejo de Política Fiscal y Financiera, encargado de acordar "políticamente" si se prorroga o el sistema de participación autonómica en la, recaudación del IRPF, en contra de lo que se había anunciado. Por lo tanto, el Ejecutivo presentará en el Congreso el proyecto, de Presupuestos sin incluirla prórroga áulela cesión parcial del IRPF.

Según Solbes, la cesión se negoció para los años 1994 y 1995, y ahora se tendría que renegociar de nuevo en el Consejo de de Política Fiscal y Financiera, para incluirla otra vez en los Presupuestos del ano que viene. Solbes añadió que, si se prorrogan los Presupuestos, la fórmula de cesión en vigor no se va a incluir.

Deuda sanitaria

La dureza que Solbes expresó sobre el asunto se suavizó, no obstante, al tratar del resto de los temas que el Gobierno discute con los nacionalistas catalanes. Sobre sanidad, Solbes manifestó que el punto en litigio es saber si hay que corregir o no las cuentas del Insalud. Y, según dijo, no hay que hacerlo "porque la liquidación de 1994 es correcta".

El ministro negó, no obstan te, que excluir la cesión del 15% sea un arma contra CiU. "De ninguna mañera", dijo. "En algunos temas seguimos trabajando juntos en el Parlamento", Solbes afirmó que no cree previsible que CiU vaya a rechazar todo lo que el Gobierno plantee al Parlamento. "El no de CiU a los Presupuestos no es una confrontación entre esa formación y el Gobierno. No es una declaración de guerra". En cualquier caso, la baza del ministro fue interpretada en medios políticos como una represalia del Gobierno, por la, hostilidad de CiU al anunciar su enmienda.

El Gobierno empieza a tomarse en serio la amenaza de CiU y estudia, cada vez con más firmeza, la hipótesis de prorrogar los Presupuestos de 1995. El Gobierno, como anunció ayer Felipe González, esperará al debate de la totalidad, que se celebrará en tomo al 25 de octubre, para reconocer su situación de minoría parlamentaria. Fuentes socialistas aseguran que González mantendrá las elecciones para marzo o, en todo caso, para la última semana de febrero, haya o no Presupuestos.

El Gobierno ha pasado de la incredulidad inicial por el anuncio sorpresa del comité de enlace de CiU a tomárselo en serio. Pero ello no afectará al calendario decidido por González. El 30 de septiembre presentará los Presupuestos a las Cortes y, si en la segunda quincena de octubre CiU mantiene su decisión de rechazarlos, el Gobierno los retiraría antes de su votación y se prepararía para prorrogar los de 1995.

Inconvenientes de diciembre

Las fuentes parlamentarias consultadas aseguran que, ante la inconveniencia de disoIver las cámaras en octubre, lo que implicaría la celebración de elecciones en un mes tan peculiar como diciembre -el plazo entre la disolución y los comicios- es de 54 días-, lo razonable es mantener la fecha electoral para marzo o para finales de febrero.

En esas condiciones, el Gobiemo trataría de aprobar, hasta la disolución de las cámaras, las leyes pactadas con otros partidos, especialmente el Código Penal. Antes de finalizar el año, un Consejo de Ministros decidiría por decreto ley la prórroga de los Presupuestos con los ajustes necesarios. A continuación, el presidente disolvería las cámaras o esperaría al fin de las vacaciones parlamentarias, el 31 de enero.

Mientras tanto, el Gobierno está dispuesto a aguantar el chaparrón. González mantiene la inconveniencia de convocar elecciones inmediatamente, pues no ve razones para declararse en minoría cuando todavía no hay Presupuestos ni enmiendas de devolución. Se va a limitar a cumplir los trámites parlamentarios. La firmeza de la, decisión de González sobre la fecha electoral es tal que llegó a comentar a un círculo de confianza de su partido que si le cursaban el suplicatorio no disolvería, sino que optaría porque el PSOE presentara a la investidura a otro candidato.

El PP mantendrá, no obstante, su intención de presionar todos los días para que González convoque de manera inmediata, pero parece que será inútil.

Ardanza critica a CiU

El lehendakari, José Antonio Ardanza, se mostró crítico con CiU. En declaraciones a Radio Euskadi, dijo que percibe una "pérdida de rumbo" en la política de Convergència, desde unos meses a esta parte, informa Pedro Gorospe. En su opinión, lo que está pasando es una "ceremonia de confusión" que está retrasando la resolución de problemas importantes como "la propla pacificación".

La ruptura entre nacionalistas catalanes y el PSOE ha animado a los dirigentes a pronunciarse, unos en tono jocoso y otros completamente en serio, sobre las razones por las que el presidente del Gobierno, Felipe González, tiene que disolver las Cámaras en enero y celebrar elecciones en marzo. Según la teoría de un grupo no desdeñable de parlamentarios muy bien podría prolongarse la legislatura hasta junio e incluso llegar hasta 1997. "Si Pujol ha roto su compromiso con nosotros, por qué no podemos igualmente ya estar liberados de la oferta que se le hizo de celebrar elecciones en marzo", resumía con esta frase uno de estos partidarios de pro longár el mandato hasta 1997.

En este sentido se pronunció el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch: El presidente del Gobierno mantiene su oferta de calendario electoral. Si esa oferta no se acepta por otras fuerzas, en principio no veo ninguna razón para que no se replantee el propio calendario". Y se refirió a la fecha electoral: "Desde luego, antes de marzo no".