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La cumbre de Pekín plantea la despenalización del aborto

Gabriela Cañas

El documento que se está trabajando en Pekín para ser ratificado por los 181 países reunidos en torno a la IV Conferencia sobre la Mujer podría recoger finalmente la propuesta de "considerar la posibilidad de revisar las leyes que prevén medidas punitivas contra las mujeres que han tenido abortos ilegales". Una de las reuniones mantenidas ayer, domingo, hasta la noche aprobó dejar el texto fuera de corchetes [es decir, aprobarlo], según la delegación española, que actúa como portavoz de la UE.

La portavoz de la delegación egipcia, Mervat Tallawy, informó, no obstante, de que dos países han pedido tiempo para evacuar consultas sobre este punto. Tallawy no quiso especificar qué delegaciones ponen objeciones. Este tipo de decisiones, como los demás avances que se están haciendo en la negociación, ha de ser ratificado al final, a la hora de firmar cada país el documento completo de esta reunión auspiciada por la ONU.

El Vaticano, según informó la portavoz europea, Cristina Alberdi, no ha intervenido en esta ocasión para bloquear este punto. De todos modos, la portavoz de la Santa Sede, Mary Ann Glendon, hizo una elocuente alusión al aborto en su discurso del pasado martes ante el plenario de la ONU al destacar las palabras del Papa según las cuales la trágica y dolorosa decisión de la mujer de recurrir al aborto, antes que ser una responsabilidad de las mujeres, hay ocasiones en que es un crimen imputable al hombre y a la complicidad del ambiente que lo rodea".

Salud reproductiva

Este punto sobre el aborto se incluye dentro del objetivo estratégico de fomentar el acceso de la mujer durante su vida al servicio de atención de la salud y a información y servicios conexos adecuados. Las intensas negociaciones realizadas en Pekín, que no han tenido descanso tampoco durante el fin de semana, han conseguido desbloquear otros asuntos relativos a las desigualdades en materia sanitaria. Así se ha aprobado, también de forma provisional, un artículo sobre la salud reproductiva, que incluye el derecho a la planificación familiar, así como el derecho a la información y los medios para llevarla a cabo.La mención específica a la "planificación familiar natural" que ha venido defendiendo el Vaticano podría haberse incluido ya también en este gran apartado de salud que, junto con el dedicado a los derechos humanos, es el que está originando mayores desencuentros entre las delegaciones desplazadas a Pekín.

Sin embargo, también los debate sobre la participación de la mujer en la toma de decisiones está encontrando pequeños obstáculos. El llamado Grupo 77 y China, en el que están diversos países en desarrollo, son reacios a introducir cuotas, y la UE ha renunciado a hablar de paridad y prefiere mencionar "reparto equitativo".

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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