CiU espera "ablandar" la resistencia de González en los próximos días

C. P. Dirigentes de Convergéncia i Unió confían en doblegar en los próximos días la resistencia de Felipe González a convocar elecciones generales este otoño, indicaron ayer tarde fuentes de la dirección de CDC, que no descartan, sin embargo, que el Gobierno resista hasta diciembre con apoyos diversos. Los diputados nacionalistas recibirán instrucciones de "ablandar" al Gobierno a partir de la próxima semana, según las mismas fuentes.

El presidente Pujol declaró ayer que la "larga discusión" con Felipe González se había celebrado en un clima "cordial y. de comprensión mutua". También dijo que el cese de la colaboración, confirmado ayer, debía ser civilizado. Unas palabras que las fuentes consultadas tradujeron en falta de acuerdo.El punto débil del Gobierno son, además de los presupuestos, las comisiones de investigación que ha pedido o piensa reclamar la oposición. Pujol se refirió ayer de forma significativa a la propuesta de IU para que se investigue la privatización de, la empresa textil Intelhorce y a las hipotéticas peticiones judiciales para levantar la inmunidad parlamentaria de diputados del partido socialista por el caso GAL, como asuntos pendientes de especial significación. Las fuentes consultadas señalaron que CiU evitará por todos los medios aparecer como el único apoyo al Gobierno, aunque participará en acuerdos multipartidarios.

Según esos mismos medios CiU esperará a ver si el Partido Popular presenta también una enmienda a la totalidad para que los presupuestos sean devueltos al Gobierno antes de decidirse a adoptar una postura de rechazo de esa naturaleza. Las enmiendas de devolución se votan conjuntamente. Otra cosa son las enmiendas con texto alternativo, en las que es difícil que confluya el interés de partidos diversos. La voluntad de los nacionalistas es demostrar que han roto con el Gobierno, y nada mejor que la votación presupuestaria.

Pujol esperará hasta el último momento para decidir si convoca las elecciones autonómicas este otoño o en primavera, con la esperanza de que Gonzalez se convenza de que no puede aguantar hasta diciembre, según las mismas fuentes. El presidente de la Generalitat argumentó que aún tiene tiempo para tomar esta decisión. Pero el punto débil de Pujol es que el plazo para publicar el decreto de disolución anticipada del Parlamento catalán se le acaba el próximo 26 de. septiembre, si es que decide que las elecciones autonómicas deben celebrarse este otoño, y en concreto el domingo 19 de noviembre, que sigue siendo la fecha más probable.

Elecciones catalanas

Dirigentes de CDC consultados ayer no descartan que Pujol opte por aguantar el envite y decida convocar las elecciones catalanas en abril, agotando la legislatura del Parlamento catalán. La fecha límite para celebrar las elecciones es el 14 de abril, según la ley electoral española. Cataluña carece de legislación electoral propia. Una ley autonómica (la Ley del Parlamento) fija unos plazos que permitirían celebrar las elecciones autonómicas a finales de abril, pero los expertos opinan que son de aplicación los plazos de la legislación electoral general por ser de carácter básico.

Las fuentes consultadas admiten que las fechas de abril son poco aconsejables (el domingo 14 es el aniversario de la Segunda República y la Semana Santa es del 1 al 7), pero puede imponerse en la dirección nacionalista la opción de que, pese a todo, es mejor celebrar las elecciones catalanas después de las generales y no al revés.

El comité de enlace de Convergéncia i Unió se reunirá el próximo miércoles, y aunque está convocado para tomar una decisión en relación con el calendario electoral, no se descarta que opte por dejar en manos de Pujol la,fijación de la fecha definitiva de los comicios catalanes o se decida mantener en secreto lo acordado.

Preguntado por la respuesta de González a su propuesta de adelantar las elecciones a este otoño, Pujol contestó que el presidente del Gobierno "quiere y piensa" convocarlas en marzo, pero que él cree que el jefe del Ejecutivo "no puede tener la seguridad de que la evolución dé los acontecimientos no le obligue a cambiar de planes".

Pujol explicó que este verano había mantenido muchas consultas con fuerzas sociales, económicas y políticas, y que de ellas había sacado la conclusión de que lo mejor para el país es que las elecciones generales se celebren lo más pronto posible. Argumentó Pujol que con la misma lealtad con que había actuado cuando rechazó las exigencias del PP e IU de dejar caer al Gobierno desde el día siguiente de las elecciones de 1993, ahora llegaba a la conclusión de que hay que poner fin a la legislatura. Alegó que los avances obtenidos en los dos últimos años podrían perderse o deteriorarse si no se pone remedio a la crisis política y se prolonga el deterioro del Gobierno, que, en cualquier caso, está "en fase terminal" desde que González aceptó que las elecciones debían adelantarse a marzo de 1996. Para superar esta situación, dijo, "es necesario un nuevo Gobierno, con cuatro años por delante".

El presidente catalán dio por supuesto que, por lealtad, González le informará con tiempo suficiente si decide adelantar las generales a este otoño, de la misma forma que él piensa actuar así. Pujol tiene como objetivo evitar que ambos comicios coincidan o se solapen en el tiempo.