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España, Francia y EE UU albergarán pruebas de 'vacunas' paliativas contra el sida

Uno de los ensayos se coordinará desde el Gregorio Marañón en otoño

El sida sigue invencible, pero los esfuerzos por doblegarlo no cesan. Ahora hay en marcha unas cuantas estrategias rigurosamente trazadas que buscan un tipo de vacuna que refuerce el sistema inmunológico, cuya extrema vulnerabilidad ante el sida hace que la plaga sea mortal. Entre otras noticias esperanzadoras hechas públicas en los últimos días, destaca que en España van a comenzar en personas los experimentos con la vacuna paliativa del estadounidense Jonas Salk. El francés Luc Montagnier, reconocido como descubridor oficial de la enfermedad, probará dentro de medio año su propia vacuna. Otro francés, Dominique Peyramond, anuncia el éxito de un tratamiento aplicado en Lyón.

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20 millones de portadores

El jefe del servicio de inmunología del hospital Gregorio Marañón de Madrid, Eduardo Fernández Cruz, reveló el viernes que antes de dos meses se ensayará en pacientes españoles, de forma experimental, la vacuna del estadounidense Jonas Salk, recientemente fallecido y descubridor hace medio siglo de la vacuna contra la poliomielitis. Se trata de un experimento que se realizará simultáneamente en España y Estados Unidos. Fernández Cruz, que se ocupa personalmente de coordinar la parte española, no quiso adelantar por el momento la selección de pacientes y de centros, aunque sí aseguró que el protocolo del ensayo clínico ya está redactado.Sin embargo, no es una vacuna curativa, sino paliativa. Lo que se pretende es retrasar el desarrollo del sida, convertirlo en una "enfermedad de carácter crónico"; es decir, equipararlo a la diabetes, una dolencia con la que el enfermo aprende a convivir. "Los individuos adquieren de forma natural inmunidad frente al virus", dijo Fernández Cruz, que afirma que el compuesto de Salk es el arma más efectiva contra el virus del sida descubierta hasta ahora". La vacuna se ha probado ya en un centenar de pacientes en Estados Unidos -en el centro de investigación californiano de La Jolla- con resultados "muy prometedores y esperanzadores", según el especialista español. Se ha comprobado que el sistema inmunológico de los pacientes no se deteriora.

La prueba de Montagnier

Por su parte, Luc Montagnier anunció la pasada semana en Sicilia que en seis meses estará en condiciones de probar su propia vacuna en personas. De momento, los experimentos se realizan con simios. Montagnier negó que la vacuna fuese a "hacer milagros", pero aseguró que permitirá hablar de "esperanzas concretas". El investigador francés marcó la valoración de los primeros resultados fiables para dentro de dos años.Según Fernández Cruz, la vacuna de Montagnier actúa sobre la proteína de crecimiento del virus, por lo que el doctor español piensa que la de Salk va más lejos, al dirigirse en todos los componentes que regulan la replicación vírica.

Otro intento de vacuna para cronificar el sida fue hecho público el pasado miércoles por el hospital de la Cruz Roja de Lyón (Francia). El equipo del profesor Dominique Peyramond, a partir de pruebas hechas por el laboratorio Agouettant, ha investigado durante meses con 12 portadores del virus combinando dos medicamentos: el antiviral Didanisine y el antitumoral Hydroxyuree, que desde hace 30 años combate el cáncer. "El virus ha disminuido de manera espectacular en la sangre de los portadores que aún no han desarrollado el sida", dice Peryramond. "Si conseguimos detener la evolución de la infección, convirtiéndola de aguda en crónica, ya será un gran paso". Los análisis demuestran que en seis de los 12 casos el virus casi ha desaparecido en los linfocitos, y en los restantes ha perdido casi toda su fuerza. Sin embargo, el equipo matiza que se trata de "resultados preliminares".

En Estados Unidos también tienen buenas noticias. El 14 de agosto, el Gobierno dio vía libre a implantar en enfermos de sida células de médula de babuino, para comprobar si ayudan a reforzar el sistema inmunológico. El doctor Steven Deeks, de la Universidad de California, que desea llevar a cabo el experimento y que cuenta incluso con un paciente voluntario de 37 años al que le queda menos de uno de vida, advirtió que hasta el próximo otoño no habrá un centro hospitalario que acoja la prueba.

Los babuinos resisten el virus VIH 1, que causa la inmensa mayoría de los casos de sida. La idea es que las células no infectadas del mono ayuden al sistema inmunológico humano. En 1992 ya se realizó un primer ensayo en esa línea, en la Universidad de Pittsburg (EE UU), pero fracasó: el paciente murió a los dos meses, sin que las células del simio hubiesen proliferado.

Ahora el método, diseñado por Suzanne Ildstadt, de esa universidad, parte de unas células específicas que introducen otras precursoras, de las que surgirán las portadoras de oxígeno y el trabajo de inmunización.

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