Sólo queda uno
El clan de los Rodríguez Orejuela está ya prácticamente tras las rejas, una vez capturado Miguel. El pasado 2 de marzo cayó el hermano menor, Jorge Eliécer, cuando se dirigía a la consulta de su pitonisa. El 9 de junio, fue de tenido Gilberto, el gran jefe del grupo. Con su captura se empezó a desgranar la estructura delictiva. Acosados, los días 19 y 24 de ese mes, se rindieron en sendas guarniciones del Ejército, en Bogotá, los responsables del ala militar, Henry Loaiza, alias El Alacrán, y Víctor Patiño. José Santacruz y Phanor Arizabaleta, encargados del área inmobiliaria, con la que se lava el dinero del tráfico de cocaína, y de la red de exportación hacia Estados Unidos y Europa, cayeron el 4 y el 8 de julio, respectivamente. De los siete jefes mafiosos señalados en el organigrama divulgado por la DEA, sólo queda uno prófugo: Elmer Pacho Herrera, en cuya persecución se centra ahora todo el esfuerzo de lo que el general Montenegro calificó como "acción contundente y agresiva contra el cartel de Cali".
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