El Banco Mundial cifra en 120 millones de personas el número de desempleados en el mundo
En los próximos 30 años, el aumento del empleo en el mundo se producirá en un 99% en los países de medios y bajos ingresos. El Banco Mundial, en su último informe, dibuja así un panorama cada vez más dual, pero señala que los países ricos deben buscar las causas en factores domésticos y no culpar a las economías emergentes ni a la inmigración del problema del desempleo al que se enfrentan. El informe, titulado Los trabajadores en un mundo integrador, revela que existen en la actualidad 120 millones de personas en paro en todo el mundo, lo que representa un 5% de la población activa, y denuncia que unos 80 millones de niños entre los 10 y los 14 años están trabajando.
"Si los países en vías de desarrollo y en transición [ex comunistas] no siguen políticas basadas en el mercado o si la tendencia hacia una mayor integración mundial es detenida por el proteccionismo, las próximas décadas podrían caracterizarse por un crecimiento lento y una creciente desigualdad laboral", según advierte el economista jefe del Banco Mundial, Michael Bruno. El dilema se plantea ante un futuro próximo que, según la institución, se caracterizará por que los países de medios y bajos ingresos aportarán la nueva fuerza laboral, mientras que en los países ricos se agravará el problema del desempleo.Se trata de un proceso imparable ya que, según el Banco Mundial, la fuerza laboral está creciendo a una velocidad asombrosa. Hoy existen 2.500 millones de hombres y mujeres en edad laboral, casi el doble que en 1965, de los cuales el desempleo afecta a 120 millones. Las estimaciones prevén un aumento adicional de 1.200 millones antes del 2005. De ellos, el 99% vivirá en países de ingresos bajos y medios.
Desempleo y desigualdad
Es una tendencia que ya se observa en la actualidad y que, en los países de ingresos medios y altos se ha traducido en desempleo (en Europa) y en una creciente desigualdad salarial (Estados Unidos, Canadá y Australia). El Banco Mundial asegura que este fenómeno no se debe a la creciente competencia de las economías en crecimiento o en transición. La causa está más en factores "domésticos", señala, y entre ellos, la reducción de la demanda de trabajadores cualificados, debido al cambio tecnológico, unido a unos sistemas salariales y de Seguridad Social rígidos" y no tanto en "la competencia de la fuerza laboral barata de las economías emergentes".El informe del Banco Mundial añade que estos países, para aliviar la tensión del desempleo, no deben ahogar el crecimiento mundial con medidas proteccionistas. "Una estrategia más acertada es profundizar en la integración global, en lugar de reducirla, al tiempo que se toman acciones domésticas que permitan a los trabajadores, especialmente los no cualificados, tomar parte en los beneficios".
Más empleo en los países en desarrollo no significa, sin embargo, mejores condiciones de vida. Las diferencias salariales son muy expresivas de un mundo dual. Por ejemplo, en Francfort un ingeniero gana cinco veces más que en Nairobi y un obrero de la construcción, casi dos veces más. En todo el mundo, fundamentalmente en los países en desarrollo, 80 millones de niños entre los 10 y los 14 años trabajan.
Países pobres y ricos
Las desigualdades entre países ricos y pobres aumentarán en los próximos años, a no ser que los menos favorecidos pongan en marcha una serie de medidas. El Banco Mundial propone, en este sentido, aumentar las inversiones en educación e infraestructuras, favorecer el aumento del comercio, un crecimiento estable que no discrimine el trabajo en favor del capital y que los países desarrollados. controlen sus déficits presupuestarios para no absorber los grandes flujos de ahorro mundial.
En este último aspecto, el informe del Banco Mundial dedica un apartado especial al impacto de las recientes tormentas financieras en los países en desarrollo. Según la economista de la institución, Ana Revenga, "están cambiando los esquemas tradicionales en los flujos de capitales; ahora hay mayor movimiento hacia los países menos desarrollados".
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