Aldecoa vuelve a Canarias de la mano de su viuda

A finales de los años cincuenta el novelista Ignacio Aldecoa viajó a Canarias, recorrió las islas y se quedó atrapado por la de La Graciosa, que entonces estaba aún más despoblada que ahora y donde, según dijo anteayer su viuda en Lanzarote, encontró su paraíso.Luego regresó Aldecoa a La Graciosa, vivió en ella y escribió una impresionante novela de desolación, Parte de una historia, que los isleños tienen como el relato que mejor pinta esta solitaria tierra de pescadores.

La viuda del novelista, la escritora Josefina Rodríguez de Aldecoa, autora asimismo de una novela, El vergel, que también se basa en esta isla, habló de la relación de su esposo con La Graciosa, en la fundación César Manrique de Lanzarote, con motivo de la presentación en las islas de una nueva edición de Parte de una historia y con motivo de la aparición de los Cuentos completos de Aldecoa, publicados ambos por Alfaguara.

Según Josefina, su esposo, en medio de un momento de desolación verdadera, halló en La Graciosa su paraíso. Ella jamás ha ido a La Graciosa, y ahora tampoco, acaso, dijo, por cobardía, porque la relación de Aldecoa con la isla había sido tan poderosa que todavía resulta demasiado impresionante enfrentarse a la geografía de Parte de una historia. "Aún me da miedo".