La UE pide a Turquía que ponga fin a su operación contra los kurdos en Irak
La troika de la Unión Europea (UE), formada por Alemania, Francia y España, exigió ayer en Ankara al Gobierno turco que ponga fin "de la forma más rápida posible" a su operación contra la guerrilla kurda en el norte de Irak. En nombre de la UE, el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, declaró que los europeos están "preocupados por el carácter masivo de esta intervención que va más allá del derecho de persecución". De continuar la ofensiva, peligraría el acuerdo aduanero con la LTE.
La primera ministra turca, Tansu Çiller, respondió anoche a través del Canal 4 británico: "Entiendo la preocupación [europea] porque es un problema internacional". Y se declaró preparada para ordenar el fin de las operaciones en un sólo día en el momento en que las fronteras de su país estén libres de peligro.El ministro alemán de Exteriores, Klaus Kinkel, que viajó a Ankara con su homólogo español, Javier Solana, y Juppé, advirtió a Turquía que el acuerdo aduanero de la UE con Turquía peligra si se prolongan las actividades militares turcas en el norte de Irak.
Desde el pasado lunes, 38.000 soldados turcos, apoyados por artillería, aviones y helicópteros, han profundizado 40 kilómetros en territorio iraquí y han ocupado una superficie de 9.000 kilómetros cuadrados. Mientras que las autoridades militares turcas hablan de 128 muertos en las filas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) frente a 14 víctimas mortales entre sus tropas, fuentes turcas señalan que el dispositivo militar desplegado por Ankara ha fracasado en su intento de descabezar al movimiento guerrillero.
Representantes del Ejército turco admitieron ayer que aviones turcos despegaron de sus bases para volver a bombardear las posiciones de la guerrilla del PKK en el interior de Irak. "Acaban de despegar ahora de bases en Diyarbakir, Malatya y Batman para bombardear objetivos al norte de Irak", revelé ayer un portavoz militar.
El Gobierno de Bagdad rompió su silencio ante la ocupación de una franja de su territorio y pidió a Turquía el cese inmediato de las operaciones, "que pueden tener consecuencias inesperadas y no deseadas". Un portavoz del Ministerio de Exteriores iraquí hizo esta advertencia después de que Ankara interpretara la falta de reacción inicial del régimen de Sadam Husein como "un signo de las nuevas relaciones y del entendimiento entre Irak y Turquía". El mismo portavoz acusó a EE UU de apoyar la acción punitiva turca, que calificó como "acto contra la integridad territorial de Irak".
Durante su entrevista de ayer con los miembros de la troika comunitaria, Hikmet Cetin, ex ministro de Exteriores y casi seguro próximo viceministro de Turquía, acusó a la ONU y a la operación de ayuda a los kurdos iraquíes del "vacío de poder" que se creó en el norte de Irak después de la guerra del Golfo, en 1991.
Tras aquella contienda, las fuerzas aliadas contra Irak, sobre todo EE UU, Francia y el Reino Unido, impusieron a las tropas iraquíes una zona de exclusión de acciones militares contra los rebeldes kurdos situada al norte del paralelo 36. Turquía, que en principio secundó de buen grado aquella operación, en la que incluso tomaron parte sus propias Fuerzas Armadas, pretende ahora que Bagdad recupere su plena soberanía sobre la zona. Para Cetin, el "vacío de poder" allí creado propicia la actividad guerrillera del PKK. Cetin precisó que "unos 3.000 terroristas del PKK" llevan meses haciendo incursiones en Turquía desde el norte de Irak "para matar a soldados y civiles".
Las autoridades rusas exigieron la adopción de medidas urgentes para evitar la muerte de más civiles inocentes y un nuevo derramamiento de sangre. Grecia, por su parte, pidió la intervención "inmediata" de la presidencia de la UE.
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