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Fidel Castro dice en Copenhague que el neoliberalismo impide el desarrollo

Gore, Mandela y Santer cierran la Cumbre de la Pobreza

Gabriela Cañas

ENVIADA ESPECIAL El neoliberalismo sacrifica despiadadamente en los países subdesarrollados los gastos de las necesidades elementales de la población y hace imposible el desarrollo social". El presidente cubano, Fidel Castro, exhortó así desde la tribuna a la Cumbre de Desarrollo Social, que se cerró ayer. Con Castro, que protestó de nuevo por el embargo estadounidense, intervinieron ayer el vicepresidente de EE UU, Al Gore; el presidente de la CE, Jacques Santer, y el de Suráfrica, Nelson Mandela.

Fidel Castro subió a la tribuna con traje y corbata, la misma indumentaria que lució en su entrevista de primera hora de la manaña con Felipe González. "Me siento cómodo así", dijo Castro a Radio Nacional a la salida de dicha entrevista: "Es más suavecito que el verde olivo, pero no me ovido de éste". González advirtió a este respecto a la prensa española que no hay que minimizar este gesto simbólico del comandante. Castro llevaba un traje de chaqueta azul oscuro y corbata, un atuendo completamente extraordinario. "No le he visto nunca así en los últimos 40 años", dijo González.Pero la intervención de Castro discurrió por sus derroteros habituales. "Cuba, criminalmente bloqueada porque no comparte las ideas de su poderoso vecino del Norte, y que perdió más del 70% de sus importaciones con la desaparición del campo socialista y de la URSS", dijo Castro, "no ha cerrado una sola escuela, un hospital, un asilo de ancianos, un círculo infantil. Somos un país pobre, pero contamos con la mayor tasa de maestros per cápita ".

El vicepresidente estadounidense Albert Gore, que intervino poco antes que Castro, reconoció ante el pleno de la ONU los altos índices de pobreza de su país, y propuso transformar las relaciones entre donantes y receptores para lograr una relación entre iguales. Gore anuncié que EE UU se compromete a canalizar hasta el 40% de sus ayudas oficiales al desarrollo a través de las ONG. El anuncio no es. muy espectacular, porque EE UU ya canaliza así el 32% de sus ayudas.

Jacques Santer, presidente de la Comisión Europea, va a recomendar a la UE, dijo, que su ayuda al desarrollo (la UE es el primer donante del planeta) discurra por el sistema 20 / 20 (que el 20% de la ayuda se destine a necesidades básica y el 20% del país receptor al mismo fin). Santer aseguró también que hoy mismo propondría a la organización europea que encabeza que traduzca en acciones la Declaración de Copenhague. Ésta quedó ayer firmada por los 185 países miembros de la ONU, 121 de ellos representados por sus propios presidentes de Gobierno o de Esta do en una concentración de líderes sin precedentes.

La intervención oficial del presidente surafricano Nelson Mandela fue mucho menos crítica que la realizada el pasado viernes ante las cámaras danesas de televisión. "Los líderes tienen que optar o por cumplir con la voluntad del pueblo o continuar cómo hasta ahora en la retórica", dijo. Después lanzó la pregunta de cómo sacar de esta renión inspiraciona para los programas que el mundo y sus ciudadanos exigen y se merecen.

La reunión de Copenhague ha durado nueve jornadas en las que han nacido en el mundo 598.070 nuevos niños en la más absoluta pobreza. El dramático reloj situado a las puertas de la reunión y que iba contabilizando el dato quedó ayer manualmente parado. La ONU se planteó esta cumbre hace dos años para intentar que el mundo cambie de rumbo, dados los escalofriantes datos: hace sólo 15 años, la distancia que separaba a los más ricos del planeta de los pobres era una proporción de 1 a 20; hoy, de 1 a 60. Los más favorecidos reciben el 83% de los ingresos mundiales. Los que han tenido peor suerte deben conformarse con el 1,5%. En Londres malviven 400.000 personas sin hogar y en toda Francia, otras 500.000. De los 90 millones de nuevos seres que vendrán al mundo este año, 85 nacerán en los países menos capaces de sustentarlos.

González decía ayer en rueda de prensa que la reunión va a tener, consecuencias a nivel nacional e internacional. Castro fue más poético: "Quizá el mundo piense que somos los soñadores más grandes de la historia. En esta reunión de Copenhague hemos hablado de educación, de sanidad y de desempleo, de derechos fundamentales al fin y al cabo, lo que en cierta forma es revolucionario".

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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