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No a las subvenciones de incineradoras

Dolores Romano, de Greenpeace, califica de "importante" y "positivo" el Plan de Residuos Peligrosos: "Lo más positivo es que se pone el énfasis en la reducción de residuos. Parece que se han decidido a tomarse en serio el asunto, y ya no es sólo un catálogo de intenciones. Además, es bueno que no se financie directamente la incineración. Nos hubiera gustado que se prohibiera; pero, bueno, por lo menos se deja en manos de la iniciativa privada, y el MOPTMA no destina dineros públicos. Como principal punto negativo, señalar que los objetivos de reducción y prevención son bajos". Sobre la depuración de aguas, opina desde Greenpeace Oliva Núñez: "El plan era necesario; pero nos parece mal que no separe las aguas residuales procedentes de viviendas de las de talleres y pequeñas industrias conectadas a la red de alcantarillado. Al ir todas las aguas juntas, las plantas depuradoras reciben sustancias muy tóxicas que complican su trabajo y merman las posibilidades de reutilización de aguas y lodos".

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Joaquín Nieto, responsable de medio ambiente de Comisiones Obreras, que ha seguido paso a paso la redacción del plan de residuos, señala: "Han introducido cambios importantes respecto a las anteriores políticas de residuos: dar prioridad a la prevención, abandono de la incineración -el anterior plan preveía construir tres incineradoras con apoyo público- y elevar los porcentajes de reducción de residuos en origen. Sin embargo, pensamos que aparte de estas líneas maestras y criterios de financiación, el Gobierno debiera elaborar un plan más concreto. Por otro lado" lo destinado a I+D (600 millones por año) es totalmente insuficiente; porque es el paso fundamental para incorporar tecnologías limpias en las empresas, algo imprescindible para minimizar los residuos".

Carlos Martínez Orgado, director del Club Español de Residuos, cree que el plan es "poco realista" por dejar fuera la opción de la incineración, y que ha renunciado a ponerle "todos los cascabeles al gato"; "creo que incluso desde Industria se ha calificado de light el plan". Se declara escéptico sobre los resultados de este tipo de planes: "El anterior fue un fracaso total, sobre todo porque después el Gobierno no puso un duro para llevar a cabo los programas. Sobre los suelos contaminados se empieza a actuar sin acometer cuestiones básicas de legalidad, como es definir estándares de calidad de lo que es un suelo contaminado".

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