Vinçon, primer comercio que logra el Premio Nacional de Diseño

La gran novedad de esta sexta edición de los Premios Nacionales de Diseño, que otorgan cada dos años el Ministerio de Industria y la Fundación Barcelona Centre de Disseny (BCD), ha sido la inclusión entre los galardonados de un comercio, la empresa Vinçon de Barcelona. El valenciano Daniel Nebot, en el apartado de diseño industrial, y el suizo afincado en Barcelona Yves Zimmermann, en el de diseño gráfico, completan la lista de galardonados. Estos premios, que no tienen dotación económica, se otorgan en reconocimiento a una trayectoria profesional y los entregará el rey Juan Carlos en una fecha aún por concretar.

"De las 11 empresas finalistas, sólo una no era industrial, pero ha sido ésta la que ha merecido el premio a juicio del jurado", comentó ayer la presidenta de BCD, Mai Felip. "Vinçon ha realizado una gran labor tanto a escala nacional como internacional para difundir el diseño y ha marcado unos criterios claros y coherentes en todos sus productos". Ferran Amat, uno de los dos propietarios de Vinçon, agradeció el galardón en cuanto significa también, a su juicio, un premio al consumidor de diseño. "No sólo se producen productos bien diseñados, sino que también se compran", comentó. "Nosotros no existiríamos si no hubiera ventas y creo que en Barcelona, y Cataluña, tenemos el mejor consumidor de diseño del mundo".Vinçon nació en 1940 como una empresa de importación al por mayor de porcelana fina. En 1957, uno de los socios, Hugo Vinçon, vendió su parte al otro socio, la familia Amat, y son desde entonces los hermanos Ferran y Joan quienes llevan la dirección y gestión de la empresa. Situada en pleno paseo de Gràcia de Barcelona, Vinçon tiene una superficie comercial de 3.000 metros cuadrados y trabajan en ella 50 empleados. Además de la parte puramente comercial -cerca de 10.000 productos de uso cotidiano seleccionados con criterios de funcionalidad y buen diseño-, la empresa tiene desde 1973 una sala de exposiciones en la que se han realizado todo tipo de muestras y actos culturales.

Maestro de grafistas

La labor pedagógica de Yves Zimmermann (Basilea, Suiza, 1937) como impulsor del grafismo en España ha sido uno de los muchos aspectos que destaca el jurado del Premio al Diseñador Gráfico 1995. Pero ha pesado, sobre todo, la inteligente combinación de su rigor profesional, de raíces suizas, con la sensibilidad y calidez españolas". Se destaca también la forma en la que trabaja la comunicación gráfica en la identidad de producto y corporativa. Entre estos últimos destacan, por ejemplo, la señal¡zación de los aeropuertos españoles, el diseño de empaquetado de productos como los de la casa Puig o Carolina Herrero, y los trabajos realizados para Danone, Damm y otras muchas marcas nacionales e internacionales.

Zimmermann se formó en Basilea y en 1957 se trasladó a Nueva York para trabajar en el estudio de Bill Burtin. Posteriormente, trabajó para la Geigy Chemical Corporation, y fue como director de arte de esta empresa que se trasladó, en 1961, a vivir a Barcelona. Siete años más tarde fundó su propio estudio y posteriormente, en 1975, se asoció con el diseñador industrial André Ricard -que también obtuvo el Premio Nacional de Diseño en anteriores ediciones-, con quien, creó Diseño Integral. A partir de 1989 constituyó la sociedad Zimmermann Asociados, en la que tiene un equipo de unos siete diseñadores.

El tercer galardonado ha sido Daniel Nebot (Barracas, Castellón, 1953), de quien se valora su carácter "mediterráneo" y su "acercamiento fresco y personal al diseño bi y tridimensional". Con más de 20 años de experiencia, Nebot ha sido fundador de los grupos Nuc, Enebece y La Nave, si bien desde hace cuatro años ha fundado su propio estudio. Sus trabajos se han desarrollado tanto en el terreno industrial -mobiliario, bolígrafos, juguetes y productos industriales como respiradores sincrónicos de anestesia- como en el gráfico; lo más famoso en este campo es su proyecto para la autopista A-7 en el tramo de la Comunidad Valenciana.

"Creo que es el único premio que me ha emocionado", comentó ayer Nebot, un tanto sorprendido por el galardón ya que, según dice, no es un "diseñador ortodoxo". "Siempre me he propuesto no hacer el ridículo en la tarea de vivir, y para mí la vida es todo, tanto el trabajo como cualquier otra cosa". Nebot destaca la responsabilidad cultural e histórica de sus trabajos., "Está el rigor y el ser el eslabón siguiente de una cadena cultural, por lo que hay que hacer las cosas con respeto y teniendo en cuenta la calidad, el acabado y una utilización correcta de la tecnología. Nunca he querido hacer obra de revista o, de portada".