_
_
_
_

Desmanes en la 'corte' de Menem

Un libro sobre los excesos presidenciales vende 10.000 copias en dos días

Juan Jesús Aznárez

El pobrerío argentino, escasamente atraído por una oposición política aún floja, palabrera o seducida, sostiene el mandato de Carlos Menem y no hay disparate presidencial o impudicia palaciega que quiebre esa lealtad en las urnas. La estabilidad lograda por la Administración del Partido Justicialista (peronista), especialmente valiosa al acabar con una hiperinflación histórica, es todavía un activo electoral determinante entre quienes más la sufrieron y disimula la factura del ajuste: mayor desocupación, deterioro del sistema educativo, grandes diferencias salariales y un espectacular aumento de la ostentación.La socióloga y periodista Silvina Walger, con su libro Pizza con champán, 10.000 ejemplares en dos días, se ha unido al clamor de aquellos intelectuales, obispos, antiperonistas o votantes de la oposición que denuncian extravagancias o fastos intolerables en el comportamiento del presidente y reclaman más austeridad, recato o decencia entre quienes detentan el poder. El cirujano plástico Juan Carlos Pinto Barbieri confiesa estar harto de hacer los labios de la Kim Bassinger a otoñales propagandistas del ajuste.

"La desmesura e hipocresía de nuestros gobernantes, políticos, empresarios y festivos animadores sociales es una invitación a la reflexión", señala la autora, que denuncia la concepción mafiosa de las relaciones personales y una visión corporativa de la vida nacional "incluso en las corrientes más progresistas del país". La cantante Mercedes Sosa, una de las figuras estelares del folclor patrio, se sumó a esta exigencia de mayor grandeza cuando denunció la ausencia de diplomáticos de su país durante el concierto que brindó en el Vaticano, donde la recibió el Papa.

Joaquín Morales Solá, comentarista del diario conservador La Nación y de la revista Noticias dice en el prólogo del libro que "el menemisino es un fenómeno inexplicable en la Argentina finisecular pacata. Gruesos sectores sociales, y no sólo los que usaron y abusaron de las prebendas del poder, aceptaron con ostensible complacencia los estilos, métodos y los códigos de una estirpe gobernante frívola y dicharachera". Junto al espectacular crecimiento del PIB argentino abruma el inventario de desvergüenzas o desatinos de los aduladores del mando, la importancia del peluquero en el ánimo presidencial y el deslumbramiento que la noche, la farra y el exhibicionismo ejercen.

El Ministerio de Economía, a pesar de que los jubilados y parados piden la cabeza de su titular, Domingo Cavallo, trabaja con un equipo serio y dedicado y se salva de la irreverente crónica. No así el cuerpo diplomático. Silvina Walger asegura que durante la Administración justicialista "los mismos compromisos político-sentimentales que obligaron a Carlos Saúl Menem a designar a funcionarios poco aptos moralmente para dirigir el país, le indujeron a retribuir favores recibidos destinando al frente de las sedes argentinas en el exterior a un ramillete de inescrupulosos aficionados".

Diarios y revistas de los cinco últimos años e infidencias personales han sido el principal material informativo de Pizza con champán, cuyo objetivo es "esbozar un perfil de las alegres, impunes y amorales costumbres de la Argentina de fin de siglo". En uno de los capítulos se habla de impúdicos funcionarios, gobernadores y ministros "que no dudan en exhibir en las revistas las rumbosas moradas que han sabido conseguir y que tara vez tienen que ver con los verdaderos orígenes de quienes las habitan". Menem comentó que "con ningún presidente se van a poder divertir tanto como conmigo". Parece que sea así y el, electorado argentino, perdonando extravagancias, se dispone a renovar el refrendo de su presidencia en las elecciones de mayo ante la ausencia de una alternativa clara.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_