La Unión Europea concede a España 82.000 millones para obras de medio ambiente

La Comisión Europea ha concedido 82.000 millones de pesetas del fondo de cohesión para cofinanciar un importante grupo de proyectos de medio ambiente enEspaña, según reveló ayer la secretaria de Estado de Medio Ambiente y Vivienda, Cristina Narbona. Además, el Parlamento y el Consejo de Ministros de la UE han aprobado una ley -directiva- que obliga a los países de la UE a reciclar entre un25% y un 45% de todos los envases y embalajes (vidrio, papel, cartón, plástico, hojalata, aluminio, tetra briks ... ) consumidos. Para ningún tipo de material se podrá reciclar menos del 115%; pero en conjunto no se puede bajar de la cuarta parte.

Esos 82.000 millones suponen en torno a la mitad de los Fondos de Cohesión que revertirán en España en 1995; el resto se destina a obras de infraestructura. Este año, los proyectos a favor del medio ambiente aprobados por Bruselas sólo alcanzaron el 28%. De este modo, España alcanza. el equilibrio que recoge el Tratado de la Unión entre obras ambientales y de infraestructuras que se benefician de este fondo.La inversión total de los proyectos aprobados por el ejecutivo comunitario alcanza los 96.000 millones de pesetas, con lo que la aportación nacional se sitúa en 14.000 millones.

Los proyectos incluyen obras de lucha contra la erosión de los suelos a través de un programa de reforestación y la recuperación de la cubierta vegetal; mejora de la gestión del agua con la construcción de depuradoras y de obras hidraúlicas para abastecer las zonas urbanas; regeneración de las zonas litorales y descontaminación de los suelos; e inversiones para mejorar el conocimiento de eventuales cambios climáticos en España.

Cristina Narbona dijo que espera que en 1995 el 30% de los proyectos que se presenten en Bruselas para una cofinanciación del Fondo de Cohesión se destinen a la lucha contra la erosión y a favor de la reforestación.

Sobre la directiva de envases y embalajes, cada país tiene un plazo de año y medio para trasponerla a la legislación nacional; a partir de ahí, se da un periodo de cinco años hasta alcanzar esos porcentajes. Es decir, que será en verano de 2001 cuando toda esta reglamentación entre efectivamente en vigor. La norma indica que deberán librarse de ir al vertedero un mínimo de un 50% y un máximo de un 65% de estos residuos. Para esta recuperación se admite la incineración, llamándola valorización energética.

Para Grecia, Irlanda y Portugal se han contemplado excepciones; de forma que sólo se les obliga a que un 25% de los envases no vaya a los vertederos (nada se concreta sobre tasas de reciclado). España es el único de los países del Fondo de Cohesión que no se ha acogido a la cláusula de excepción.

Para salvar la oposición a la directiva de Dinamarca, Holanda y Alemania, que piensan se piden unos porcentajes excesivamente bajos, se admite que haya países que superen los topes máximos -que quieran recuperar más de un 65%-, siempre que tengan capacidad para reciclar y absorberlo en su mercado interno. Se quiere impedir así lo que está pasando con Alemania, que obliga a recuperar tantos residuos que luego no da abasto a reciclarlos y los exporta, saturando los mercados de otros países e impidiendo que desarrollen sus propios sistemas de reciclado.

El 10% nacional

José Ramón González Lastra, director general de Política Ambiental, señaló ayer desde Bruselas que las tasas de reciclado total de envases en España no llega al 10%. "Nos hemos centrado en papel-cartón y vidrio; en estos sectores reciclamos más del 25%. Pero en plásticos, tetrabrik y aluminio, las cifras son testimoniales, no llegan al 1%. En cuanto a latas de hojalata, hay cifras contradictorias, entre el 10% y el 20%".

A pesar de este retraso, González Lastra está convencido de que España va a cumplir los objetivos sin ningún problema, ya que los diversos sectores de envases y embalajes se han agrupado en asociaciones para fomentar su recuperación y reciclado; y la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Vivienda está negociando con ellos acuerdos voluntarios.

La directiva ha pasado por una larga negociación; con bloqueos por las enmiendas que había planteado el Parlamento Europeo, que finalmente aprobó el miércoles la norma, y las negociaciones de los países en torno a los porcentajes. Dentro de diez años se revisarán los porcentajes de reciclado.