Euro Metals tenía aprobadas ayudas superiores a los 3.000 millones

El proyecto empresarial Euro Metals Procesing, EMP, de capital norteamericano, que tenía previsto invertir alrededor de 12.000 millones de pesetas para crear 600 puestos de trabajo en tres años, primero en Oviedo y posteriormente en Álava, había conseguido de la Administración vasca, la aprobación de ayudas a fondo perdido superiores a los 3.000 millones de pesetas.La única condición para el libramiento del dinero era el comienzo de las inversiones y la firma de la documentación pertinente, que todavía no se ha producido, desde su anuncio en mayo de 1992. Además la Hacienda alavesa le proporcionaba una deducción de hasta el 45% de las inversiones en el Impuesto de Sociedades.

Los inversores, que también disponían sobre el papel de todas las ayudas posibles del Gobierno asturiano, y de la Comunidad Económica Europea -publicó en uno de sus boletines la concesión de un crédito de 5.000 millones de pesetas-, renunciaron sin explicación alguna a su instalación en Oviedo y parece que se han olvidado también de comenzar los trabajos en Álava, paralizados desde hace 18 meses.

El mismo intermediario

El intermediario de estas operaciones, Ladislao Vajda, es el mismo de otros proyectos frustrados como el del caso Biomédica, que primero se quiso montar en Asturias y de la que, posteriormente, se anunció su instalación en León, donde ha protagonizado diversos incumplimientos.

El caso de Euro Metals es, en su forma de operar, muy similar al de Biomédica. Tanto en uno como en otro, se trata de opera ciones que han ido rodando de una a otra comunidad sin que se sepan muy bien por qué. Ambas tienen también como elemento común a Ladislao Vajda, presidente del grupo Tratamiento Técnico Empresarial. La Diputación Foral de Álava sigue a la espera de que los inversores norteamericanos aprovechen las ventajas de las vacaciones fiscales y notifiquen la puesta en marcha de la empresa dedicada a la construcción aeronaútica. "Habría que renegociar todas las ayudas, de acuerdo con las nuevas normas fiscales y de promoción industrial", indicaron ayer fuentes de la Diputación alavesa.

Robert Langston, uno de los norteamericanos, que seguramente asumiría la presidencia de la factoría alavesa, ha manifestado recientemente que el principal obstáculo para iniciar los trabajos es la "concesión del crédito aprobado por Bruselas con destino inicial a Oviedo, y cuyo traslado a Vitoria está planteando problemas".

Al parecer los bancos vascos no conceden créditos puente, a pesar de que entidades de crédito solventes suizas han avalado el de la Comunidad Económica Europea al 100%. La Diputación alavesa no ha vuelto a tener contacto permanente con el intermediario desde hace 18 meses, en que todo quedó pendiente de una firma de los empresarios.