El vertido de petróleo en el norte de Rusia llega al río Pechora y se dirige hacia el Ártico

El invierno debe ser aprovechado para limpiar los pantanos contaminados por el petróleo en el accidente del oleoducto de Usinsk, porque, de lo contrario, el daño para el medio ambiente puede ser incalculable. Así lo manifestó a EL PAíS Seirguéi Zhunióv, el inspector del servicio municipal de protección de la naturaleza de la ciudad de Usinsk. VIadimir Zamoisky, de la organización ecologista Unión Socio-Económica, que realiza un informe sobre el terreno, dijo ayer a la agencia Itar-Tass que son 200.000 toneladas las que fluyen por las aguas desde que comenzó al vertido en agosto, informa Reuter. Zamoisky confirmó que la contaminación ha llegado al río Pechora y avanza hacia el mar de Barents.

Zhunióv, que ejerce actualmente como jefe en funciones del servicio municipal de protección de la naturaleza de Usinsk, dio la voz de alarma sobre la avería en el oleoducto a finales de agosto en la televisión local de la ciudad. El inspector afirmó ayer que sólo al llegar la primavera se podrá comenzar a apreciar claramente los efectos de la catástrofe en la flora y la fauna, y las aguas de estas regiones prepolares por donde discurren el río Kolva, Usá y Pechora.Ayer por la tarde estaba prevista la llegada a Usinsk de una delegación de Greenpeace dirigida por Paul Horsman para evaluar los daños de la catástrofe. "La comunidad internacional debe ser informada sobre el álcance real de este desastre", dijo Horsman en Londres antes de partir hacia Rusia. A la expedición de Greenpeace deben seguir esta semana otros visitantes, entre ellos el gobernador de Alaska y una delegación de parlamentarios suecos, que intentarán ayudar en la eliminación de las secuelas del accidente.

La razón por la cual el invierno es decisivo para la limpieza de la zona es que los pantanos impracticables en verano se hielan, permitiendo trabajar sobre los mismos. La eliminación del petróleo en unas durísimas condiciones con temperaturas que pueden llegar a los 40 grados y más bajo cero exigen sin embargo un equipo técnico sofisticado.

El oleoducto averiado, justamente en el tramo más pantanoso de su tendido, había sido instalado en 1975 y tendría que haber sido renovado en 1990, según Zhunióv. El inspector asegura que Komineft, la empresa explotadora del oleoducto, puede verse castigada con una multa de 60.000 millones de rublos. Esta multa se añadiría a las muchas deudas, que ya tiene la empresa.

Pese a los tranquilizadores, comunicados oficiales, las informaciones sobre la propagación del petróleo siguen llegando desde distintos puntos de la región. Desde el pueblo de Mutni Materík, que se encuentra sobre el río Pechora a 200 kilómetros de Usinsk, el ciudadano Alexandr Gádev, miembro del Comité de Salvación de Pechora, afirma que ahora en su pueblo, en vez de peces, sacan petróleo del río.

Gádev hace su denuncia en las páginas del periódico Usinskaia Nov y afirma que si las autoridades no toman medidas, se dirigirá incluso a la ONU para denunciar el "peligro mortal" que amenaza la población de la cuenca del Pechora.