Francfort se nacionaliza
La presentación ayer del Premio de la Paz estuvo a punto de acabar en guerra. Toda la conferencia de prensa de Semprún fue en alemán. Después de numerosas intervenciones en alemán y tras la primera y tímida pregunta en español, el representante de la Asociación de Libreros y Escritores alemanes, que acompañaba a Semprún en el acto, cortó por lo seco y dijo: "A partir de ahora, todo en alemán". Y empezó el alboroto: "Ésta es una feria internacional, bien está que se hable en alemán, porque estamos en Alemania, pero al menos que haya traducción simultánea". Y más: "¡Que se hable en inglés!".Semprún, con ironía y humor, salió del atolladero como pudo. Unas veces contestó en español y él mismo tradujo al alemán, otras utilizó los servicios de un improvisado traductor al alemán, y las más respondió en esa lengua. Al final, empezó a fallar la megafonía y el caos fue absoluto.
La conferencia de prensa de Semprún fue el ejemplo más representativo de lo que ha sido esta feria, que, en opinión de los visitantes extranjeros, está sufriendo un profundo proceso de germanización y provincianizacíón. El alemán se ha convertido implícitamente en el único idioma oficial y cada vez se habla menos en inglés, en francés y en español, nada, por supuesto. Para que el caos sea completo, si la conferencia es en inglés, tampoco hay traducción al alemán.
El año que viene la Feria Internacional del Libro de Francfort estará dedicada a Austria. "Esto va a ser una nueva Anschluss,(en referencia a la anexión de la Alemania nazi, en 1938)", comentan editores y periodistas extranjeros en Francfort.
Babelia
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