Los países latinos condicionan la ayuda al Este a nuevos apoyos al Mediterráneo

Francia y España han hecho saber a la presidencia semestral alemana de la Unión Europea (UE) su conformidad con el aumento de los fondos de cooperación destinados a la países de la Europa Central y del Este (pecos, en la jerga comunitaria), y con la estrategia alemana de acelerar su aproximación política. Con una condición: que las ayudas económicas y apoyos políticos se reequilibren sustancialmente con los dispensados hacia el Sur mediterráneo. Bonn se "ha mostrado sensible".Francia y España -a las que se suma Italia- pretenden que las ayudas a los países no comunitarios de la cuenca mediterránea crezcan al mismo ritmo que lo harán las ayudas al Este.

En cifras contantes: las ayudas del programa PHARE (establecido en 1990 para los pecos) aumentarán para el período 1994-1999 hasta 7.000 millones de ecus (1,1 billones de pesetas), lo que supone un incremento del 40% sobre el período 1990-1994, en que los recursos alcanzaron los 5.000 millones, tras sucesivas ampliaciones en razón de que se fueron sumando nuevos países. Las ayudas del programa PHARE -destinadas sobre todo al apoyo a empresas, restructuración agrícola, educación, sanidad y empleo- suponen la mitad de lo que ha aportado la UE a los países del Este.

Lo que pretenden los países latinos es que las ayudas a los países ribereños del Mediterráneo -sobre todo los árabes aumenten también en un 40%, dentro de un programa plurianual, global y flexible. Eso significa que las ayudas que un país no pueda absorber se canalicen a otros, como en el PHARE. Los fondos de cooperación con el Mediterráneo ascienden a 4.405 millones de ecus (unos 700.000 millones de pesetas, entre los tradicionales protocolos y las nueves redes urbanas, universitarias y de investigación) para el período 1992-1996, aunque no siempre se pueden agotar.

"La gran oportunidad"

Alemania no se opone en principio a esta propuesta, según fuentes diplomáticas. Francia y España pretenden que el compromiso se incorpore rotundamente a las conclusiones de la cumbre que los jefes de Estado y de Gobierno celebrarán en Essen el próximo diciembre.

Los países latinos consideran que la presidencia alemana supone 9a gran oportunidad", difícilmente repetible. En efecto, el Gobierno de Bonn ha colocado el acercamiento de los pecos entre sus principales prioridades: propone destinarles más recursos y manifiesta abiertamente que mediante esa cooperación se pretende "poner a estos países en condiciones de poder cumplir las obligaciones resultantes de una adhesión".

La estrategia de ampliación hacia el Este, compartida por los países norteños de la EU, incomodaba a los países latinos, aunque progresivamente nos hemos sensibilizado", según indican representantes de éstos. Hasta el punto de que París y Madrid acordaron en su reciente seminario bilateral, "actuar activamente en favor de la aproximación de los pecos a la UE", apoyando "una estrategia de preadhesión", según lo pactado en Corfú.

En el cambio de actitud se mezclaron el convencimiento (de la necesaria ampliación hacia el Este) y la conveniencia propia (el reequilibrio hacia el Sur). Sólo apoyando el primer movimiento podría lograrse un apoyo similar, y simultáneo, al segundo. Ha llegado la hora de concretar, y de aprovechar la presidencia alemana. Para Bonn, un traspiés en el acercamiento de los pecos supondría el fracaso de su presidencia. De modo que franceses y españoles acordaron apretar para "profundizar los instrumentos de cooperación" comunitaria con el Mediterráneo.