El Gobierno estudia financiar las cámaras de comercio, con cargo al presupuesto
El Gobierno estudia financiar las cámaras de comercio con cargo a los Presupuestos del Estado. Los ministerios de Comercio y Economía ultiman un proyecto de nueva Ley de Bases para ajustar la sentencia del Constitucional que declara nula laobligatoriedad de las cuotas. Javier Gómez-Navarro -titular de Comercio- someterá el borrador a consulta de los presidentes de las cámaras. Después de dos meses de ácidas polémicas, los grandes lobbies empresariales, gestan un gran acuerdo para refundar las cámaras de comercio.
La brecha abierta ahora por la sentencia del Constitucional exige un "ajuste normativo que se efectuará elaborando una nueva ley que entrará en el Congreso antes de fin de año", según el Ministerio de Comercio. Javier Gómez Navarro, partidario de una desregulación de las cámaras y de su financiación pública, con sultará el proyecto de ley con los presidentes de las cámaras españolas el próximo día 30 de septiembre en el consejo superior, tras superar sus discrepancias con eI Ministerio de Economía y Hacienda. Comercio exigirá ser vicios mínimos a las corporaciones lo que significa en la práctica un proceso de concentración. "Las cámaras pequeñas no han de perder su papel de animado res empresariales pero es más lógico que realicen esta función fusionadas con otras de mayor tamaño o compartiendo sus servicios centrales" a criterio del mismo Ministerio. "La supresión de la obligatoriedad no crea ningún problema presupuestario, sino que, al contrario incrementa los ingresos fiscales, porque las aportaciones que reciben las cámaras de sus asociados son deducibles del impuesto de sociedades", señalan fuentes de Comercio. La formación de un equipo de trabajo de ambos departamentos, confirma que ya en 1995 la financiación de las cámaras (más de 10.000 millones de pesetas) "se efectuará con cargo al Presupuesto", apuntan medios empresariales.
El fallo del, alto tribunal consideró que la adscripción forzosa de las empresas a las cámaras atenta contra la libertad de asociación reconocida en el artículo 22 de la Constitución española. Amparándose en este criterio, muchos empresarios se oponen a satisfacer la cuota, que además consideran "desproporcionada en muchos casos con, relación a los servicios recibidos de las instituciones", según una opinión recogida en medios de los plenos de las propias cámaras de Madrid y Barcelona. Hace dos años, algunas cámaras encargaron al mercantilista barcelonés Carreras Llansana la presentación de demandas por impago de cuotas anteriores a 1993 contra algunos asociados, lo que desencadenó un pequeño levantamiento contra las instituciones.En parte, aquella fronda anticameral vive ahora su desenlace.
Precisamente, la polémica sentencia responde a recursos presentados en Valencia (la empresa automovilística Ford) y Barcelona (Derivados Forestales del grupo Mir, entre otras) que habían sido trasladados al Constitucional tras inhibirse los tribu nales superiores de justicia. Las demandas civiles son anteriores a la normativa vigentes de 1993, ya que entonces las cámaras no podían legalmente realizar, ejecutivos. Después, el mencionado reglamento de bases dió a la cuota un rango casi fiscal -así se contempla la norma financiera, conocida como ley omnibus, que acompaña al Presupuesto 94- que en caso de impago sigue el precedimiento de apremio dicta do por la Agencia Tributaria.El pacto civil
Los ecos de la sentencia del Constitucional han abierto un debate sin apenas precedente en. el mundo empresarial español. Tras el fallo dictado el pasado 19 de julio, las posiciones entre la CEOE y la Cámara de Madrid, presidida por Adrián Piera, han sido muy enconadas. La gran patronal contempla el derrumbe de la vieja estructura cameral como el fin de un contrapeso que le restaba protagonismo. Las cámaras, por su parte, consideran el fallo como la culminación de una larga conspiración tras la que perciben el aliento de la propia CEOE.
Sin embargo, durante los últimos días la polémica ha experimentado un vuelco positivo. La Cámara de Comercio de Barcelona, el Círculo de Economía, el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y algunos sectores dé la propia CEOE -la gran patronal busca ahora una pax romana- gestan un gran pacto que pretende alumbrar el nacimiento de un modelo capaz de refundar las cámaras de comercio.
En esta dirección, una reunión del Consejo Asesor de Fomento, celebrada el pasado lunes, sirvió para que Alfredo Molinas, presidente de la patronal catalana y vicepresidente de la CEOE, Maria Puig, miembro de la junta MIEF y Joan Molins, presidente del Círculo de Economía ofrecieran su apoyo al presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Antoni Negre.
'Librecambistas y proteccionistas'
La interpretación del Constitucional ha despertado a los partidarios del modelo desregulado; "el muy eficaz sistema anglosajón", en palabras del propio Gómez Navarro. Frente a ellos, se sitúan los defensores del sistema tradicional, vigente desde 1911 -obra de un gabineta progresista de José Canalejas-, aunque reformado en 1993. Para estos sectores, especialente beligerantes en el mundo empresarial barcelonés, la cuota obligatoria es un mecanismo eficaz de reasignar recursos a las empresas; también es un instrumento que permite, aplicar políticas horizontales, en un momento en que la intervención del Estado está restringida por la Unión Europea.El debate reabre la polémica entre librecambistas y proteccianistas de largo aliento histórico sobre el modelo de crecimiento español: En el primer grupo, confluyen hoy de forma contradictoria las opiniones de parte del equipo económico del Gobierno, las grandes empresas y los sectores más duros de la gran patronal, ahora partidaria de la desregulación, pero no hace mucho baluarte del corporativismo empresarial heredado del pasado.
Los segundos conforman la alianza entre empresarios y funcionarios de grandes cámaras, apoyados por los sectores más dinámicos de una clase industrial espoléada por el deseo de conservar la gestión privada de las corporaciones.
En la mayoría de los países de la UE, las cámaras son entidades de derecho público y gestión privada como en España. El Reinó Unido es el único país miembro que tiene un sistema basado en la adscripción libre. La diferencia española es la magnitud de la cuota. Las cámaras reciben de las empresas el, 1,05% sobre los beneficios, porcentaje altísimo frente a los casos italiano, francés o alemán.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Organismos judiciales
- Presupuestos Generales Estado
- Cámaras comercio
- MCYT
- V Legislatura España
- MEH
- Tribunal Constitucional
- Finanzas Estado
- Gobierno de España
- Legislaturas políticas
- Tribunales
- Ministerios
- PSOE
- Gobierno
- Poder judicial
- Administración Estado
- Partidos políticos
- Finanzas públicas
- Administración pública
- Finanzas
- Economía
- Política
- Comercio
- Justicia
- España