Expectación en los observatorios españoles
Desde Sierra Nevada y Canarias se registrará la colisión del primer fragmento
"Estamos en el mejor sitio y en el mejor de los momentos", alardean los expertos del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), con sede en Granada. Ellos serán testigos excepcionales en el hemisferio norte del impacto del primer trozo del cometa Shoemaker-Levi contra Júpiter en el observatorio de Sierra Nevada poco antes de la diez de la noche de hoy. Colaboran con los científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que observarán desde más al sur, en La Palma y Tenerife, y que advierten de la escasa espectacularidad que puede tener el fenómeno.
Otros telescopios en suelo español estarán fijos también en Júpiter, especialmente los de Calar Alto (Almería) y la estación de seguimiento del satélite lUE, en las cercanías de Madrid.¿Colisionará el fragmento y provocará la ansiada eyección de gas y materiales o por el contrario al penetrar en la voluble atmósfera de Júpiter se disgregará en una película de polvo? Los científicos del IAA serán los que transmitirán al mundo la noticia. De lo que ocurra con el primer fragmento se podrá deducir lo que vendrá a continuación: un gran espectáculo o una enorme desilusión.
José Juan López, del IAA, no disimula su satisfacción. La situación del observatorio de Sierra Nevada a la hora prevista para el impacto inicial lo convierte en el punto de vista idóneo. El primer fragmento no es el mayor de los que golperán el planeta. "Quizá los primeros que veamos algo seamos nosotros. Si se produce la colisión las restantes serán análogas", señala López. Antonio Molina, catedrático de la Universidad de Granada y colaborador del IAA, recuerda que llevan nueve años estudiando Júpiter. En las últimas dos semanas el observatorio de Sierra Nevada toma continuamente imágenes del espectro de Júpiter. "El planeta tiene una atmósfera muy dinámica y es importante conocer su estado antes de la perturbación", señala.
Temperatura
Colegas del Instituto de Física del Espacio Interplanetario de Frascati (Italia) han sido invitados por los científicos del IAA. Los italianos han traido consigo un espectrógráfo para analizar la intensidad de la luz en cada una de las longitudes de onda y así poder determinar la temperatura de la bola de fuego o su composición.La estrategia de la observación consistirá en verificar si se produce el impacto y, en caso afirmativo, analizar las eyecciones mediante el espectrógrafo para calcular su composición y la profundidad del choque. Apenas treinta minutos después del impacto terminará la primera observación. Ya sólo quedará por interpretar las imágenes y los datos recibidos.
Los científicos de Granada tienen especial interés en comprobar si la espectacular colisión es un hecho aislado o por el contrario ocurre con cierta frecuencia. En 1983, y durante 118 segundos, uno de los satélites de Júpiter, el lo, brilló anormalmente. ¿Qué ocurrió? "La mayor parte de los choques ocurren en la cara oculta. Es posible que la extraña luminosidad del satélite fuera la reflexión producida por un impacto en la que cara invisible", señala López. La comparación de las observaciones servirá para confirmar esta hipótesis.
Las observaciones desde Canarias se realizarán a través de la mayor parte de los telescopios del Instituto de Astrofísica de Canarias, en los observatorios del Roque de los Muchachos (La Palma) y el Teide (Tenerife). Al igual que en Sierra Nevada, astrónomos de otros países se han acercado a estas instalaciones, que forman el mayor observatorio del hemisferio norte, junto con Hawai.
En el Teide está el telescopio Carlos Sánchez, que franceses y españoles utilizarán para el estudio sismológico del planeta sacudido por los impactos. El IAC 80, un telescopio diseñado y construido en el instituto, servirá para el estudio fotométrico y morfológico del cometa. Y en la isla de la Palma están los pesos pesados, como el telescopio óptico William Herschel, de 4,2 metros de diámetro y el también telescopio óptico nórdico o NOT, de 2,5 metros de diámetro, que serán enfocados a Júpiter a cargo de equipos internacionales de astrónomos. El Herschel será utilizado por observadores del IAA, del IAC y de la Universidad de Arizona, usando un coronógrafo propiedad de esta última institución. Con él, se ocultará la luz del planeta, lo que permitirá obtener imágenes y espectros de los fragmentos del SL9 y del medio circundante a Júpiter.
Y en un plano más popular, el miércoles 20, fecha prevista para el mayor impacto, en el Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife se harán observaciones en directo de Júpiter, que serán proyectadas en una pantalla gigante en el mismo museo, donde también se recibirán imágenes procedentes de los ordenadores del IAC, recogidas por sus telescopios.
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