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Los jóvenes flamencos recogen en la Alhambra el testigo de Manuel de Falla y García Lorca

36 artistas de toda España se presentan como movimiento renovador del cante jondo

Una nueva generación de flamencos pellizca al mundo. Por primera vez, en una ocasión histórica, los herederos de la tradición musical gitano andaluza se reunieron el pasado viernes en la Alhambra para recoger el testigo de aquel I Concurso de Cante Jondo, organizado por Manuel de Falla y Federico García Lorca en 1922. En el mismo escenario de la plaza de los Aljibes, los jóvenes flamencos se presentaron como movimiento generacional en un recital producido por Canal + y grabado para un programa de televisión que se emitirá el próximo 2 de julio, segundo aniversario de la muerte de Camarón.

En el verano de 1919, hace 75 años, Manuel de Falla subía en coche de caballos hacia la Alhambra. Era su primer viaje a Granada y, al poco tiempo, se quedó a vivir.Allí, en la tertulia del Rinconcillo, organizó con Federico García Lorca el I Concurso de Cante Jondo, al gritó de: "¡Señores, el alma musical del pueblo está en gravísimo peligro!". Y con una subvención municipal de 12.000 pesetas, los días 13 y 14 de junio de 1922 en la plaza de los Aljibes de la Alhambra, se celebró el concurso. Cantó Manolo Caracol, con 11 años; Diego Bermúdez El Tenazas, que llegó andando desde Puente Genil, con 70; el Yerbagüena; La Macarrona; La Gazpacha... Para terminar, don Antonio Chacón: "Tú llevas una cruz al cuello / engarzá en oro y marfil...".

Una histórica caricatura de Antonio López Sancho presenta, ante el cante de El Tenazas y la guitarra de Ramón Montoya, a una audiencia de excepción: García Lorca, Falla, Ignacio Zuloaga, la Niña de los Peines, Andrés Segovia, Santiago Rusiñol, Fernando de los Ríos... El cronista oficial fue Ramón Gómez de la Serna. Por primera vez, el mundo de la cultura acogía el flamenco como algo propio.

Hoy, 73 años después y en la misma plaza de los Aljibes, los jóvenes flamencos han recogido el testigo de aquel acontecimiento decisivo para la historia del cante gitano andaluz, en un recital producido y grabado por Canal +, del que saldrá un especial de televisión que se emitirá el próximo 2 de julio, segundo aniversario de la muerte de Camarón. El pasado viernes, durante cuatro horas de música, una nueva generación de flamencos se presentó al mundo en la Alhambra. Fueron 36 artistas los que pasaron por el escenario. Entre ellos, la última generación flamenca (Ketama, Tomatito, El Potito, Duquende, Diego Carrasco, Miguel Poveda, José Soto, Aurora, José El Francés, Moraíto Chico, Agustín Carbonell El Bola, Jorge Pardo, Carles Benavent, Tino DiGeraldo ...), maestros consagrados (Enrique Morente) y patriarcas (Juan y Pepe Habichuela).

"Me parece emocionante", decía el granadino Morente, mientras desde la plaza de los Aljibes señalaba su casa, linde entre el Albaycín y el Sacromonte. "Es un programa con mucha frescura, en el que nuevos valores tienen la oportunidad de salir. De la juventud se espera todo; viene empujando". Para el veterano guitarrista Juan Habichuela, también nacido en el Sacromonte, "el flamenco está cada día más cerca a los jóvenes. Algunos no lo entienden, pero lo importante es que les guste".

Pero, ¿quienes son los jóvenes flamencos? José el Francés, nacido en Montpellier hace 21 años, los define bien: "Somos todos de una misma edad, hemos crecido con la raíz flamenca y con otras músicas, y las hemos mezclado manteniendo la esencia". El mestizaje fue la clave en la Alhambra. Hubo pureza en el cante de Miguel Poveda, El Potito y José Soto; también en las guitarras de los Habichuela, Tomatito y Moraíto; ecos camaroneros en Duquende; revolución formal en Enrique Morente; fiesta con Piego Carrasco; fusión con Ketama; jazz con Pardo y Benavent; flamenco pop con José el Francés y Aurora; baile con Antonio Canales... Hubo de todo y bueno. Un acontecimiento histórico y difícilmente repetible. La puesta de largo de una nueva generación que, según Ketama, "es un movimiento de músicos inquietos que ha dado un empuje al flamenco. Paco de Lucía y Camarón nos inspiraron".

Entre el público, Pedro Almodóvar y Victoria Abril, firme candidata a presentar el especial de televisión Jóvenes flamencos, aguantaban el frío granadino de las tres de la madrugada, sentados en sillas de enea similares a las que en 1922 se colocaron en el mismo lugar. Y había niños que lloraban y gitanas que bailaban junto a rostros asombrados o cansados. Sonaron los cantes grandes (soleá, seguirilla ... ) y los festeros (bulerías, rumbas), Y los tangos, los tientos, las alegrías, los fandangos... El flamenco en su esencia.

Tras la algarabía del fin de fiesta final por tanguillos, la impresión general entre los artistas era la de haber protagonizado algo único, cuando alguien dijo: "Sólo faltan Camarón y Ray Heredia. Al pobre Ray no le dio tiempo de hacer nada".

Esencia del 22

"Engarzá en oro y marfil /Tú llevas una cruz al cuello /Déjame que muera en ella /Y crucifícame allí". Enrique Morente recordó a Antonio Chacón, el emperador del cante, en su actuación del pasado viernes en Granada. Era la misma copla que Chacón había cantado en el I Concurso de Cante Jondo. El tiempo pasa lentamente."Para los cantes de hoy no se necesita el estudio que se necesitaba antiguamente. Antes, para cantar se necesitaba ser alguien. Hoy, cualquiera puede dedicarse al cante", declaraba entonces Chacón. Morente rompe esta teoría.

Gran conocedor del estilo de su maestro -grabó un disco con los cantes de Chacón-, Enrique Morente es el caso más significativo y ejemplar de cómo es posible una evolución a partir del conocimiento y del respeto de la cultura flamenca. El cantaor granadino rompe el cante sin destrozarlo; lo renueva sin renegar. Y ha creado una nueva manera de pensar en flamenco a partir, precisamente, del estudio. El caso más ejemplar -Camarón es un fenómeno único por visceral-, pero no el único.

Todos los jóvenes flamencos muestran un absoluto respeto por su tradición. Pueden hacer de su música una batidora en la que entre la salsa, la bossa, el jazz, el blues o el pop, pero la firmeza del, clasicismo flamenco es evidente y la altura poética de sus textos equiparable a la mejor letra popular. Con un espíritu diferente, la esencia del 22 parece a salvo.

Los novísimos de un viejo mundo

El especial Jóvenes flamencos -con tres meses de compleja elaboración y 100 personas trabajando en la Alhambra durante dos días-, ha despertado el interés de las televisiones europeas y americanas. Medio mundo podrá descubrir, en un programa de 90 minutos, una de las músicas más activas, frescas, inquietas y creativas.Una música que llegó a la plaza de los Aljibes desde lugares muy dispares, pero con la misma raíz. En la Alhambra se reunieron flamencos que dejan corto el viaje a pie de El Tenazas desde Puente Genil en 1922, para participar en el I Concurso de Cante Jondo. Jorge Pardo y Carles Benavent aparecieron el mismo viernes desde Atenas, donde tocaban con Paco de Lucía, para regresar a Grecia el sábado y continuar la gira con el guitarrista. Otros lo tenían más cerca.

Enrique Morente vive a tiro de piedra de la Alhambra, como los Habichuela. Desde Jerez llegó Diego Carrasco; Miguel Poveda y Duquende desde Cataluña, para demostrar que no sólo hay cante jondo en el sur, sino también en Badalona y sin haberlo mamado en la tradición familiar, como es el caso de Poveda. La mayoría viajó desde Madrid. Procedencias aparte, todos se hermanaron en Granada y convirtieron los camerinos en una fiesta continua. Desde los más vitales (El Potito, José el Francés), a los más herméticos (Poveda, Duquende); desde los más veteranos (Juan Habichuela) a los más jóvenes (Tomatito).

También hubo ausencias. Se echó de menos a La Barbería, a Raimundo Amador y a algunos de esos novísimos que son el futuro del flamenco, y que tienen en Jerez de la Frontera una de sus sedes más dinámicas. Navajita Plateá -un gran ejemplo de blues gitano-, y Tomasito -heterodoxo inspirado-, muestran en sus primeros e inminentes discos que el mañana ya es hoy en Jerez, cuna del cante.

Inquietud

Activo e inquieto se muestra también Enrique Morente, que ha creado su propia casa discográfica: D. P. (Discos Pobreticos). "Es una frase de Granada", dice el cantaor. "Frente al mundo poderoso de las multinacionales, nace para los que no tienen acceso a las grandes discográficas y para sacar cosas inéditas mías". El guitarrista Rafael Riqueni es su primer lanzamiento.

Desde Córdoba está cercana la aparición de Cherokee, un intento claro de asalto gitano a las discotecas, mientras a Pata Negra le ha salido un hijo: tras Raimundo y Rafael Amador, el tercer hermano, El Churri, ha creado el grupo Patita Negra y su primer disco también está a punto. José el Francés dice de su barrio madrileño, "En San Blas hay muchos que cantan muy bien, "pero no pueden salir".

El relevo del relevo está servido. Veinte años después de que Paco de Lucía, Camarón, Kiko Veneno y Pata Negra crearan las bases del nuevo flamenco, la música de raíz gitana está más viva que nunca. Los novísimos ya han enlazado el viejo mundo con el siglo XXI.

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