Vence el plazo impuesto por la ONU para que los militares haitianos abandonen el poder
Estados Unidos asegura que, antes de lanzar una operación militar en Haití para derrocar a los actuales jefes de las fuerzas armadas de ese país, buscará "el apoyo y la cooperación" de los países latinoamericanos. Mientras que, al cumplirse en la pasada medianoche el plazo dado por la ONU a los actuales gobernantes haitianos para retirarse, crecen las posibilidades del empleo de la fuerza, la Administración norteamericana, sin excluir una acción unilateral, prefiere la intervención de varios países de la región para devolver el poder al derrocado presidente constitucional Jean Bertrand Aristide.
En una entrevista concendida a EL PAÍS, la embajadora norteamericana en las Naciones Unidas, Madeleine Albright, asegura que "la intención de Estados Unidos es actuar multilateralmente en este asunto, buscar la cooperación y el apoyo hemisféricos". "Creemos", añade, "que ésta (Haití) es una nación muy importante para Estados Unidos, pero también lo es para la región del Caribe y para los demás países latinoamericanos".En las consultas realizadas hasta este momento a través de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de forma bilateral, Estados Unidos ha encontrado la oposición de algunos países del área, particularmente Brasil, a una solución militar de la crisis de Haití. Pero otras naciones con gran influencia en el continente, como México y Argentina, han dado luz verde. Argentina en especial se ha mostrado claramente a favor de una acción de fuerza!
Madeleine Albright afirma que, aunque su país está decidido a poner fin a la dictadura haitiana por una vía o por otra, antes de cualquier recurso a la intervención armada quiere dar tiempo a que se compruebe si las duras sanciones económicas internacionales que hoy entraron en vigor sirven para vencer la resistencia de los militares haitianos.
"Es una determinación muy importante de Estados Unidos restaurar la democracia en Haití y reponer al presidente Aristide. Ahora mismo estamos comprometidos en hacer que el proceso de sanciones económicas funcione. También estamos buscando colaboración para la reconstrucción de las Fuerzas Armadas de Haití, que se producirá mediante una operación de fuerzas de paz cuando las sanciones hayan surtido efecto. Al mismo tiempo es tamos analizando un abanico de opciones y, por el momento, es inapropiado hablar de las condiciones en las que utilizaríamos la fuerza, pero no estamos escluyendo esa opción". Las sanciones económicas impuestas por la ONU, que aíslan a Haití por tierra, mar y aire, entraron en vigor ante la evidente voluntad del hombre fuerte haitiano, el general Raoul Cedras, y sus colaboradores militares de seguir en sus puestos. La mayoría de los observadores tienen dudas de que esas sanciones sirvan para algo más que para aumentar el sufrimiento del pueblo haitiano.
Liderazgo mundial
Madeleine Albright, de 57 años de edad, antigua coordinadora de relaciones exteriores del candidato demócrata Walter Mondale y profesora de la Universidad de Georgetown hasta que fue reclutada por el presidente Bill Clinton, es una de las principales responsables de la elaboración de la política exterior de esta Administración.
Desde esa posición, Albright se muestra "totalmente en desacuerdo" con la percepción de que el Gobierno de Bill Clinton pone en peligro el liderazgo norteamericano en el mundo. "En mi opinión, esta Administración ha dado varias muestras de liderazgo internacional. Un ejemplo es Bosnia. Estoy convencida de que ha sido el liderazgo de Estados Unidos el que cambiado el proceso en Bosnia desde enero pasado. Sarajevo está teniendo en estos momentos una existencia relativamente normal. Los bombardeos se han detenido, la gente está funcionando en Sarajevo. Al mismo tiempo, hay un acuerdo, firmado en Washington, de una confederación entre croatas y bosnios. La OTAN ha ganado en credibilidad, trabajando junto a las Naciones Unidas. Ahora, la coordinación de la política de varios países a nivel ministerial se ha hecho gracias al liderazgo norteamericano".
Uno de los asuntos más importantes en los que actualmente está en juego la capacidad de la política exterior norteamericana es el de Corea del Norte, cuyo Gobierno se ha negado reiteradamente a las inspecciones del Organismo Internacional de Energía Atómica: (OIEA) para comprobar si ese país está fabricando armamento nuclear. En relación con este conflicto, Albright afirma que, si el régimen norcoreano persiste en su actitud, Estados Unidos pedirá sanciones económicas a la ONU.
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