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Carmen Alborch se despide con cinco lineas del ex director del Museo del Prado

La ministra elude explicar las causas de la crisis tras la dimisión de Calvo Serraller

Rocío García

Con sólo cinco líneas distribuidas ayer por fax respondió la ministra de Cultura, Carmen Alborch, a la dimisión del director del Museo del Prado, Francisco Calvo Serraller, uno de los cargos importantes de su departamento y el máximo responsable de la primera pinacoteca antigua del mundo. El texto agradece el trabajo de Calvo en estos 200 días. Mientras tanto, el presidente del patronato del museo, José Antonio Fernández Ordóñez, calificó de lamentable la salida de quien él considera el "gran director" de un centro que no ha contado nunca con el apoyo político y social que necesitaba. El Partido Popular solicitará el lunes la comparecencia urgente de Carmen Alborch en el Congreso.

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"De ocurrencia en ocurrencia"

"La dimisión de Francisco Calvo Serraller es una decisión personal que respeto. Agradezco sinceramente su intensa dedicación al Museo del Prado a lo largo de estos meses y estoy convencida que los proyectos iniciados seguirán adelante con la colaboración del patronato y personal del museo".. Éste es el texto del comunicado enviado ayer por fax por la ministra Carmen Alborch, que eludió responder a ninguno de los motivos de la dimisión expuestos exhaustivamente por el ex director del museo a este periódico: el abandono sufrido por parte de la ministra de Cultura tras la polémica desatada a raíz de la publicación de un reportaje fotográfico de la revista Nuevo Estilo realizado en las salas del Prado, y la sistemática falta de medios y desánimo general que tienen paralizado el museo.La dimisión de Calvo Serraller causó gran sorpresa en medios culturales y artísticos, tanto españoles como extranjeros. A la preocupación por las causas de la salida del tercer director consecutivo del Prado se unió la ausencia de explicaciones oficiales sobre cómo se solucionará una crisis que deja a la pinacoteca sin máximo res ponsable en un momento de plena renovación. La incertidumbre creada en la pinacoteca se extiende a las actividades más inmediatas. Ayer mismo, personas vinculadas al Prado se preguntaban sobre la forma en la que se resolverá el martes la inauguración de la exposición dedicada a los Leoni, a la que está prevista la asistencia de los Reyes.

En general, el silencio de la ministra sorprendió ayer tanto como la dimisión del director del Prado el día anterior. Más cuando Alborch conocía la decisión de Calvo desde el pasado jueves por la noche y el viernes llamó al presidente del patronato, José Antonio Fernández Ordóñez, quien almorzó con ella y con el subsecretario de Cultura, Enrique Linde.

José Antonio Fernández Ordóñez lamentó profundamente la dimisión de Calvo Serraller. "Hubiera sido el gran director que el museo necesitaba. A pesar de su brevedad en el cargo, ya se había convertido en esa gran figura. Si hubiera agotado su mandato, como era mi deseo, le hubiera dado un impulso y una dinámica diferente, como lo ha hecho en los seis meses que lo ha dirigido", dijo ayer a este periódico Fernández Ordóñez. El presidente del patronato señaló la importancia para la vida del museo el que Calvo Serraller fuera una persona vinculada al arte contemporáneo -"el Prado no puede convertirse en un centro arqueológico, tiene que dedicarse a los artistas clásicos y también a los del siglo XX'- y reprobó la utilización que se puede hacer de esta dimisión vinculándola con otras que nada tienen que ver.

Poco respaldo

Sobre las causas de la dimisión, Fernández Ordóñez coincide con el ex director del museo en el poco respaldo político y social encontrado para poder desempeñar su cargo correctamente. "El Prado no tiene ningún respaldo político ni social. Hay muy poca sensibilidad social sobre la importancia del museo. Si la dimisión de Calvo Serraller sirve para crear esa sensibilidad, ya sería algo positivo", afirmó el presidente del patronato, que lo único que desea es tener la suerte de que el próximo responsable siga el impulso dado por Calvo.Entre el cuerpo de especialistas del museo, la dimisión se conoció con gran sorpresa. El conservador de pintura flamenca del museo, Matías Díaz Padrón, aseguró estar impactado. "Los conservadores hemos tenido problemas con casi todos los directores. Cuando llegó Calvo Serraller trajo ideas que jamás habían existido y nos reunimos con él, cosa insólita en el Prado, que siempre ha tenido poca consideración con respecto a las obligaciones y derechos de los conservadores. Me sorprendieron gratamente las ambiciosas ideas que estaba fraguando Calvo sobre la formación de especialistas, que es lo más urgente y necesario del centro. También los contactos de los conservadores con el patronato, que eran nulos en las etapas anteriores, habían mejorado con él. Por primera vez se nos informaba puntualmente de las reuniones y decisiones. Creo que por su carácter quería ir demasiado deprisa".

El pintor Antonio Saura tuvo elogiosas palabras para el ex director del Prado. "Es un profesional excelente que ha llevado a cabo una actividad formidable. Es una verdadera lástima que un profesional de su talento tenga que dimitir de un puesto en el que hubiera podido realizar importantes proyectos".

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