Grandes destrozos en zonas agrícolas de Zaragoza por la crecida del Ebro
La fuerte crecida del río Ebro a causa de las lluvias torrenciales caídas el pasado fin de semana en el norte peninsular, continuó ayer anegando grandes extensiones de zonas agrícolas y provocando el corte de algunos tramos de carretera a su paso por la provincia de Zaragoza. Por el momento no se han producido desgracias personales, pero sí cuantiosas pérdidas económicas.
En Zaragoza capital, la cresta (el punto más elevado de la crecida) llegó a primera hora de la mañana, y únicamente se produjeron problemas en alcantarillados y algunos bajos de la margen izquierda del río. Sin embargo, aguas arriba y abajo de la ciudad, el Ebro continuaba saliéndose de su cauce y anegando zonas limítrofes. El agua afectó a un polideportivo de la capital aragonesa, inutilizando una pequeña parte de sus instalaciones, al estar situado a unos pocos metros del cauce.La alerta sigue declarada por Protección Civil hasta que las aguas recuperen su caudal habitual, lo que no se producirá previsiblemente hasta dentro de varios días. Ahora, los servicios de emergencia de las diversas instituciones, coordinados desde la Delegación del Gobierno, se centran en las poblaciones situadas al este de la capital, por donde la "cresta" del río irá transitando en las próximas jornadas.
Por el momento no es posible hacer una evaluación de daños, aunque fuentes oficiales, tomando como referencia lo ocurrido el pasado año, prevén que puedan superar los 2.000 millones de pesetas. En este sentido, el Gobierno y Aragón, según anunció su presidente, estudiará conjuntamente con todos los municipios que resulten afectados por la crecida del Ebro las medidas necesarias.
En Zaragoza capital, el río se convirtió en un espectáculo para un buen número de habitantes. Los zaragozanos se acercaron a lo largo de todo el día a los puentes de la ciudad para observar el nivel y la velocidad de las aguas, que a su paso arrastraban un gran número de árboles y desperdicios.
Junto a la basílica del Pilar, a mediodía se registró una altura de 4,73 metros, similar a la alcanzada por las aguas el pasado año. Las previsiones se están cumpliendo con total puntualidad, salvo a la hora de fijar el momento en el que las aguas deberían haber iniciado su descenso, que está siendo más lento de lo previsto.
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