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SE ESTRENA 'LA CASA DE LOS ESPÍRITUS'

Isabel Allende deja sus personajes volver a Chile

Guillermo Altares

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Las relaciones entre los escritores y los directores que tienen la feliz idea de adaptar una de sus novelas no suelen ser cómodas. Sin embargo, Isabel Allende (Lima, 1940) ha quedado satisfecha con la versión cinematográfica realizada por Bille August de su primer libro, La casa de los espíritus, con el que se convirtió en una escritora de fama internacional.

En La casa de los espíritus, Allende contó la historia de su familia, y al principio le costó imaginarse a unos actores convertidos en sus abuelos. "Es muy dificil imaginarme a mi familia convertida en Jeremy Irons y Meryl Streep, porque son todos muy sajones. Mi familia es de origen vasco, y eran muy morenos. Después de ver la película, todavía tenía el libro en la cabeza. Tras verla dos veces más, ya estaba convencida de que mis abuelos eran Irons y Streep, incluso cambié la foto que tengo encima del piano", dice.

En un momento del filme, Clara (Meryl Streep) dice que Pedro, un revolucionario que se pasa toda la película escondiéndose, sólo podrá volver a Chile cuando las cosas cambien. Según Isabel Allende, sobrina del presidente derrocado, han cambiado. "Creo que Pedro puede volver ya a Chile. Yo he podido regresar. Aunque la democracia es frágil y Pinochet tenga todavía demasiado poder, las cosas están bien. En Chile hay una democracia".

La escritora no participó en la elaboración del filme. Bille August le envió el guión y fue invitada a ver la película antes de la versión definitiva. Una de las pocas cosas que se cambiaron en la última edición fueron algunas escenas de realismo mágico. "En mi novela hay un niño con el pelo verde, que en la pantalla parecía un payaso. O una escena en la que una cabeza decapitada [de la madre de Clara] movía los ojos. No resultaban. Son cosas que hay que dejar a la imaginación del lector".

Al principio, el nórdico Bille August no le pareció un realizador apropiado. "Vino a San Francisco y me mostró Pelle el conquistador. Tenía un tratamiento muy frío, pero por dentro había una gran pasión. Me gustó mucho ese contraste. Me convenció. Creo que lo ha logrado".

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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