El Gobierno español aprobara sólo ocho de las 25 medidas para el cine propuestas por Cultura

El decreto ley de medidas urgentes para el audiovisual que esta mañana presentará previsiblemente la ministra de Cultura, Carmen Alborch, al Consejo de Ministros, será más reducido que las medidas que ella misma anunció el pasado 15 de noviembre. Sólo ocho de las 25 medidas se aprueban por decreto ley; aquellas cuya luz verde debía producirse antes de la aprobación del GATT (Acuerdo General sobre Comercio). Son las referidas a cuotas de pantalla, licencias de doblaje -en la que el Gobierno ha cedido ante las protestas de los distribuidores-, y coproducción con las televisiones. El resto deberá esperar a un macrodecreto que Cultura ultimaba ayer y que incluye 70 artículos que unífican la legislación audiovisual.

Mientras tanto, en las negociaciones del GATT, europeos y norteamericanos están acercando posiciones en el conflicto sobre los audiovisuales, que dio lugar, junto a la construcción aeronaútica, a la interrupción de la negociación bilateral para un acuerdo. Fuentes de la Comisión Europea aseguraron que hay un notable progreso hacia un acuerdo, pero,que los problemas subsisten respecto a los royalties sóbre las cintas de vídeo vírgenes de los que se benefician en Francia los directores de cine. Estados Unidos se niega a aceptar lo que considera una discriminación entre su industria (en la que es el productor quien tiene derechos de autor), y la europea, y pide que la industria norteamericana cobre sus derechos al igual que los directores europeos.Kantor y Brittan se separaron el lunes con un acuerdo prácticamente ultimado respecto a un compromiso de tregua o stand still durante 18 meses, para "seguir negociando", según la expresión que utilizan los norteamericanos, y "seguir realizando consultas", según la Comisión Europea, que no quiere comprometerse ni tan sólo en una negociación formal.

Washington desea obtener a la larga que los audiovisuales sean incluidos en el GATT como un producto comercial cualquiera y sean, en consecuencia, eliminadas las barreras, cuotas y discriminaciones. Durante este año y medio de tregua los países europeos seguirán aplicando sus actuales normativas de protección y subvención de la industria cinematográfica pero no aumentarán la protección.

Sin compromiso

La Comisión no se ha comprometido a llegar a un acuerdo al final del período, aunque sus servicios jurídicos aseguran que es mejor obtener finalmente la protección que supone su inclusiónen el GATT, mediante una claú sula de especificidad que autorice ciertas protecciones. Algunos países, como Francia y España, siguen pensando que es mejor mantener al cine europeo fuera del GATT y pueden presionar para que al término de este pe riodo vuelvan a romperse las negociaciones y la cinematografía quede definitivamente fuera del GATT. En tal caso, no es de ex cluir que puedan producirse re presalias unilaterales por parte norteamericana.El GATT también planeará hoy en el Consejo de Ministros al abordar el tema del audiovisual. Las medidas se encaminan, precisamente, a disminuir el dominio que Estados Unidos ejerce sobre Europa en el campo audiovisual ante la posible aprobación de la denominada especificidad en los acuerdos del GATT.

Cuotas de pantalla y licencias de doblaje, las dos medidas más proteccionistas del decreto, han sido las más contestadas.