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EL MUNDO DE LA LITERATURA SE REUNE EN FRANCIA

Desolación de los escritores reunidos en Estrasburgo

Los defensores de Sarajevo 94 piden la dimisión de los ministros de Cultura de la CE

Los escritores reunidos en el Carrefour des Littératures, que se clausura mañana en Estrasburgo, mostraron ayer su desolación. Por fin asimilaron la noticia, ya sabida desde dos días antes, de que el Consejo de Ministros de la Comunidad Europea no nombrará a Sarajevo Capital Europea de la Cultura. La decepción era, también patente entre las organizaciones culturales, especialmente sensibilizadas por la instalación en su ciudad de la sede del Ejército europeo, que ayer celebraron una reunión para organizar una serie de actividades en Sarajevo 94.

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La antigua decisión de los ministros de Cultura de los Doce de mostrar su solidaridad pidiendo a la Comisión Europea ayuda financiera para el X Festival de Invierno de Sarajevo, no sólo no gustó a nadie, sino que fue interpretada como una burla. Juan Goytisolo puso comillas al profundo desencanto: "Escritores, artistas, premios Nobel, intelectuales de toda Europa, más de 3.000 firmas han pedido la capitalidad cultural para Sarajevo. ¿A quiénes creen que representan esos ministros de Cultura? ¡Que dimitan! Es un clamor; todos nosotros somos la cultura".Susan Sontag fue también contundente: "El tercer gran genocidio de este siglo en Europa se está produciendo a los ojos de todo el mundo. No es como en Dachau y Auswithz. En Bosnia-Herzegovina se realiza ante las cámaras de televisión. Todo el mundo lo sabe, pero los Gobiernos están absolutamente decididos a dar la victoria al fascismo serbio".

El Carrefour, encuentro literario que se celebra desde hace años en la ciudad francesa de Estrasburgo, tenía en esta edición dos asuntos principales en su agenda -Sarajevo 94 y la constitución del Parlamento Internacional de Escritores-, además de las habituales sesiones puramente literarias. Pues bien, Sarajevo les ha desbordado. Los debates literarios (Novela y profanación o La prosa en el mundo, por poner dos ejemplos) atraen a un reducido número de público, pero Sarajevo convoca a masas. Los jóvenes, en su mayoría estudiantes de la Universidad de Estrasburgo -¿quién dice que los jóvenes pasan?-, acuden en tropel e intervienen apasionadamente. Incluso las sesiones plenarias de constitución del nuevo Parlamento Internacional de Escritores se han convertido en foro de debate sobre Sarajevo.

Enfrentamiento

Ayer, sin ir más lejos, se produjo una cortés pero tensa diatriba entre las dos escritoras norteamericanas estrellas de este encuentro, la imbatible Susan Sontag y la premio Nobel Toni Morrison. Esta, más que prudente y en parte ajena al tema que moviliza a los escritores europeos, tuvo una intervención muy abstracta, hablando en general del compromiso de los intelectuales. Sontag, llena de rabia contenida, dijo que no queda más tiempo, que ya es hora de intervenir por que Sarajevo se muere.

Los escritores del Carrefour se plantearon el objetivo de movilizar a la sociedad civil, porque de ella, dicen, "han de venir las soluciones". Ayer fueron los ciudadanos quienes acabaron presionando a los escritores. Un ejemplo. Encuentro con Susan Sontag sobre Sarajevo en la librería de la FNAC a las cinco de la tarde. A las 16.30 la sala esta ba a rebosar. Más de la mitad de los asistentes llevaba la edición francesa de El cuaderno de Sarajevo, de Juan Goytisolo, o el estupendo texto de Sontag Esperando a Godot en Sarajevo (editado para su distribución gratuita por FNAC, el Carrefour, Christian Bourgeois Éditeur, Libération y El País-Aguilar). Fue tal la aglomeración que el propio Juan Goytisolo, que llegó cinco minutos antes de que empezase el encuentro, no pudo entrar. Fue necesaria la ayuda de un miembro de la FNAC para poder colarse.

El debate, en el que también intervinieron el escritor croata Predrag Matvejevic y, el periodista bosnio del diario de Sarajevo Oslobodjenje Zlaiko Difdarevic, subió de tono en cuanto los jóvenes empezaron a pedir soluciones para Sarajevo. "¿Qué vais a hacer vosotros?", preguntaron. "Intentaremos llevar adelante este acuerdo entre Amberes, Capital de la Cultura este año, y Lisboa, la del próximo, para que nos ayuden a que el proyecto Sarajevo 94 siga adelante", dijo Goytisolo. "Sarajevo sufre dos asedios", añadió, "el de los serbios y el de la ONU, que ha bloqueado la ciudad. Contra el primero no podemos hacer nada porque nosotros no llevamos armas. El segundo lo romperemos con la palabra. Es un desafío a nosotros mismos y a Occidente".

Difdarevic y Matvejevic helaron los corazones de los asistentes a la reunión con sus testimonios Personales, que intentaron presentar fríamente. Ambos aseguraron que "existe un proyecto para destruir Sarajevo, una ciudad multicultural y multiétnica".

Matvejevic, que dijo que no podía ser imparcial porque nació en Mostar -la primera Hiroshima de Europa-, afirmó: "La transición del comunismo al poscomunismo no podía ser sencilla y se necesitaba una guerra ejemplar en un espacio muy concreto y sin armas nucleares. Bosnia-Herzegovina era el lugar ideal. Los musulmanes bosnios serán las víctimas definitivas. Serbia y Croacia dicen que son integristas y Europa lo cree y no puede aceptar un Estado de origen islámico en el centro de su corazón. Pero yo sé que no es verdad. En mi juventud, cuando estudiaba en Sarajevo, no podía distinguir quién era serbocroata y quién musulmán. Todos hablábamos el mismo idioma y teníamos la misma cultura. Bosnia-Herzegovina será sacrificada a la prosperidad de Europa".

El punto final lo puso una joven voz anónima que se pronunció a favor de Sarajevo 94. "Dicen que la cultura no sirve para nada. Pero algo tendrá cuando en cualquier guerra es lo primero que quieren destruir".

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