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El Metropolitan de Nueva York aplaza a última hora la exposición de arte medieval español

Cultura denegó la salida de algunas obras y el museo alega retraso en los permisos

El Metropolitan Museum de Nueva York decidió el pasado viernes cancelar la exposición The art of medieval Spain. Ad 500-1200 (El arte medieval español.) La exposición, que se ha aplazado hasta 1995, debía exhibir 150 piezas, de las que más de la mitad procedían de España. La Junta de Calificación de Cultura no permitió la salida de una decena de obras que, según el Metropolitan, eran básicas para la muestra.

"Estamos desilusionados y tristes", comentó ayer Esther Morales, una de las responsables de la organización de la exposición en el museo neoyorquino. "Intentamos hasta el último momento poder realizar la exposición, pero la empresa de transportes nos anunció la semana pasada que era imposible efectuar el traslado en condiciones a tiempo para inaugurar la exposición, por lo que decidimos aplazarla". Entre las razones del retraso, Morales indicó que el cambio de gobierno en España ocasionó una demora en la concesión de permisos, algunos de los cuales todavía no han llegado al museo neoyorquino. Fuentes ministeriales indicaron que el museo solicitó muy tarde la autorización.Otra de las razones apuntadas por fuentes de otros museos españoles es la dificultad que el Metropolitan ha encontrado para conseguir piezas medievales de relieve, ya que, en su opinión, las autoridades españolas han aplicado criterios muy proteccionistas. Esther Morales reconoció que el Metropolitan realizó gestiones en altas instancias del Gobierno y del Ministerio de Cultura para conseguir piezas cuyo traslado había sido negado en un principio por la junta técnica. "Cuando insistimos, se realizó una segunda valoración del estado de conservación de las piezas y se autorizó la salida", indicó.

Los criterios para facilitar la salida de obras de arte de España no están escritos, si bien se tiene en cuenta el estado de conservación de las obras, el que sea una obra excepcional para el arte español y la técnica en que está realizada. Así, aunque puede haber contadas excepciones, en general se prohíbe la salida de las pinturas murales, la pintura sobre tabla y las obras de grandes dimensiones. Las dos primeras condiciones excluyen a la gran mayoría de obras importantes del periodo románico español. El Metropolitan llevaba dos años preparando la exposición y había establecido contacto ya con museos de todo el mundo.

En el caso español, primero pidió los permisos a las instituciones propietarias de las obras y, posteriormente, la empresa. de transportes encargada del traslado solicitó la autorización legal. Ésta pasa primero por la comisión encargada de cada comunidad autónoma y, posteriormente, es la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español la que da el permiso definitivo.

Fuentes del Ministerio de Cultura no pudieron concretar exactamente el número de obras a las que se había autorizado la salida, si bien aseguraron que eran "un centenar" -el museo indicó que eran unas 75 obras- El permiso se denegó, agregaron las mismas fuentes ministeriales, "a una decena" de obras. Responsables de la empresa encargada del transporte de las piezas, Macarrón, SA, explicaron que el problema básico es que "había piezas a las que se había negado la salida que eran muy importantes para la exposición".

Importante colección

El museo neoyorquino cuenta con una importante colección de arte medieval español y también disponía de piezas que les habían cedido, sin ningún problema burocrático, museos de Gran Bretaña, Francia, Rusia, Kuwait, Italia y otros centros de Estados Unidos. La parte más importante, sin embargo, provenía de España, aunque se trataba en su mayor parte de piezas menores. El arte medieval catalán, por ejemplo, uno de los más importantes y mejor conservados, sólo se vería representado por cuatro piezas, ninguna de ellas significativa, procedentes de Cataluña.

Morales insistió en que el Ministerio de Cultura "se ha portado muy bien con el Metropolitan", pero afirmó que la legislación española complica la organización de exposiciones internacionales.

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