Contadores de cuentos se reúnen a la sombra de una legendaria muralla

Bibliotecarios, autores, maestros, editores, animadores a la lectura, cuentistas de la narración oral, ilustradores y distribuidores de literatura infantil. han celebrado durante cuatro días en Ávila el I Congreso Nacional del Libro Infantil y Juvenil, qye fue clausurado ayer. Los organizadores del congreso ofrecieron un homenaje a los pioneros de la literatura infantil, personificados en la escritora Gloria Fuertes.

Los 300 participantes dieron a conocer las conclusiones elaboradas en 18 mesas de trabajo, en las que se debatieron todos los aspectos relacionados con los libros para los más pequeños: desde el precio y la distribución hasta el papel de escuelas y educadores. También se debatió sobre la crítica, la formación de expertos, construcción de la obra literaria, presupuestos estéticos, la ilustración, la lectura y las bibliotecas especializadas.Entre las conclusiones figuran las propuestas de crear circuitos que posibiliten la formación de expertos, tener en cuenta la evolución psicológica de los receptores, clarificar las relaciones entre texto, imagen y oralidad, y crear un museo del libro para niños. En otro debate se pidió regular la existencia de las bibliotecas escolares y que en éstas se cuente con un experto, bien un maestro liberado de clases, bien una persona con una preparación especial.

En el contexto de este primer congreso, los organizadores ofrecieron un homenaje a los que consideran pioneros en el campo de la literatura infantil y juvenil, personificado en la escritora Gloria Fuertes, que, a pesar de haberse trasladado hasta Ávila, no pudo asistir al acto por una repentina indisposición. La presentación fue realizada por el investigador y animador cultural Federico Martín Nebras, quien destacó el carácter lúdico en la poesía de la autora madrileña.

Los libreros, mediadores

El congreso no olvidó tampoco el papel de los libreros como mediadores entre el niño y el libro. Como librera fue reconocida Carmen Olivares, quien durante décadas ha trabajado al frente de la librería Talentum, especializada en textos para niños y jóvenes, en épocas en las que esa labor era abordada por muy pocos interesados, tal y como resaltó el editor Ignacio Medrano. También se produjo otro homenaje, sorpresivo y espontáneo, a la escritora Carmen Bravo-Villasante, presidenta honorífica de este congreso de literatura infantil.Como investigador fue elegido Arturo Medina, autor de numerosos estudios sobre este campo. Le presentó Juan Cervera. Por su labor como bibliotecaria, fue homenajeada Aurora Díaz Plaja, de la que la editora y crítica Felicidad Orquín destacó sus constante y laboriosos trabajo con la literatura infantil y juvenil.

Los organizadores, satisfechos con los resultados del congreso, consideran que se habían dado los primeros pasos para normalizar estos encuentros alrededor del libro infantil. Durante las cuatro jornadas, se celebraron diversas exposiciones y actividades paralelas y las calles de Ávila contaron con la presencia de los cuentistas diseminados por sus esquinas.