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Solbes garantiza que no se repetirá el desvío del gasto

El Gobierno pedirá permiso en el Parlamento para poder rebasar el límite legal este año

PRESUPUESTOS GENERALES PARA 1994. El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, presentó ayer un proyecto de cuentas del Estado en el que, por primera vez, los gastos son inferiores en un 1,3% a los del ejercicio anterior. El ministro se comprometió a no incurrir en nuevos desvíos del gasto como ha sucedido este ejercicio. Economía prevé que la economía española crecerá un 1,3%, pero que seguirá destruyéndose empleo (-0,7%) y que el paro alcanzará el 23,4% de la población activa. La contención del gasto será especialmente significativa en el desempleo, cuya partida será igual a la del presente ejercicio a pesar de aumentar en 150.000 el número de parados. Sin embargo, los gastos financieros crecerán el 22% y los de pensiones el 7,5%. Los ingresos crecerán el 3,7%. El mayor esfuerzo recaerá sobre el IVA, que crecerá el 16%.

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El Gobierno incumplirá, por primera vez este año, el límite legal en el volumen de gasto público, pero pedirá permiso en el Parlamento para poder rebasarlo, según reconoció ayer el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes. Ello "tiene todo el coste político que implicaría no hacer frente a nuestros compromisos en desempleo, sanidad o sueldos de los funcionarios", según explicó. El ministro aseguró que para 1994 no se van a volver a repetir las desviaciones en gastos -dos billones de pesetas- e ingresos -600.000 millones- porque el nuevo presupuesto es "correcto, fiable y coherente", además de "solidario, austero y selectivamente incentivador".El ministro de Economía y Hacienda presentó ayer los presupuestos generales del Estado para 1994 que persiguen, según afirmó, contribuir de forma selectiva a la recuperación económica, y repartir solidariamente los esfuerzos de la crisis. El presupuesto contempla un volumen de gastos no financieros del Estado de 16,49 billones de pesetas (un 11,8% más que el presupuesto inicial de 1993, y un 1,3% menos que el avance de liquidación), y unos ingresos de 13,2 billones de pesetas (una caída del 0,9% respecto del presupuesto de 1993, y un aumento del 3,7% sobre el avance de liquidación). El déficit del Estado para el año próximo se ha fijado en el 5,16% del PIB, con una previsión del 6% para 1993.

Solbes explicó así los objetivos del presupuesto de este año: el Estado es quien realiza el mayor esfuerzo porque es el primero en apretarse el cinturón; los menos favorecidos serán los menos afectados porque se mantiene el gasto social; se reduce la presión tríbutaria global, y se hace un esfuerzo de reducción del déficit para hacer posible la bajada de los tipos de interés. En definitiva, se trata de unos presupuestos "solidarios, austeros y selectivamente reactivadores", en opinión del ministro.

Cambio de ciclo

Este presupuesto encierra la previsión de un cambio de tendencia en el ciclo económico, ya que el PIB pasará, según las previsiones del Gobierno, de una tasa negativa del -0,8% este año, al 1,3% el próximo, pero los efectos de la crisis económica en el presupuesto se notarán aún durante un par de años más. No se atrevió, sin embargo, a vaticinar cuándo se producirá la reactivación económica que genere empleo: "Ya me gustaría a mí saberlo", afirmó.

El año 1993 será, según Solbes, "un año malo", con una caída importante del empleo del -4,3% (que proseguirá el año próximo -0,7%). Su opinión es que este ajuste del empleo "indica la existencia de mercados rígidos que acentúan la recesión".

El ministro avanzó a renglón seguido que los salarios crecerán este año 1993 un 7,2%, casi tres puntos más que la inflación prevista (4,5%) y el doble que la subida salarial en la CE.

En coherencia con esta situación, "el Gobierno ha intentado hacer un presupuesto enormemente realista, fiable y creíble", afirmó el ministro. Añadió que se espera no tener otra vez los problemas de este año en cuanto a las importantes desviaciones tanto en ingresos como en gastos. El ministro reconoció, en este sentido, que este año se incumplirá el artículo 10 de la Ley de Presupuestos según el cual las obligaciones reconocidas no pueden superar a final de año los créditos iniciales, más los extraordinarios, suplementos de créditos y generaciones. Esta cuestión se planteará al Parlamento aunque el Gobierno confía en que ello no suponga un coste político. La alternativa sería "no hacer frente a los compromisos en desempleo, sanidad y sueldos de los funcionarios".

Los saneamientos

Solbes explicó así las desviaciones de dos billones de pesetas en los gastos y más de 600.000 millones de pesetas en los ingresos. En cuanto a los gastos, se ha puesto en marcha un saneamiento en el Instituto Nacional de Empleo, que unido al fuerte desfase de años anteriores supondrá en 1993 una desviación de 871.000 millones. Además, el nuevo sistema de financiación a las comunidades autónomas ha costado 100.000 millones de pesetas más, a lo que hay que añadir otros 130.000 millones de pesetas en anticipos. Existe además un compromiso de saneamiento de las cuentas del Insalud, que ha elevado en 110.000 millones la previsión inicial.

También, la subida del 1,8% en los sueldos de los funcionarios ha costado 80.000 millones de pesetas más de lo presupuestado. No especificó cifras pero sí mencionó las desviaciones en el contrato programa de RTVE, las ayudas a los hemofílicos, las inversiones cofinanciadas con el fondo de cohesión europeo, la sequía y la colección Thyssen.

En ingresos, la caída más importante se ha producido en los impuestos indirectos, fundamentalmente en el IVA (700.000 millones de pesetas) junto con otros 380.000 millones en los impuestos directos, sobre todo sociedades. Estas desviaciones se han compensado en parte por un aumento en los ingresos patrimoniales de unos 600.000 millones de pesetas.

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