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Los psicolingüistas, a favor de la inmersión

Los estudios indican que el sistema no perjudica la lengua castellana y favorece a la catalana

Distintos estudios realizados por pedagogos y psicólogos sobre los efectos de la enseñanza en una lengua distinta de la habitual (es el caso de la inmersión en el catalán de escolares cuya lengua familiar es el castellano) indican que este programa educativo promueve un buen conocimiento de ambas lenguas.La enseñanza en catalán para niños de habla catalana arroja también resultados positivos en el aprendizaje de una y otra lengua. Sin embargo, en las escuelas poco catalanizadas (alumnos castellanohablantes que reciben enseñanza básicamente en castellano), el aprendizaje del catalán es deficiente, sin que por ello mejore mucho el conocimiento del castellano en relación con los resultados obtenidos en las otras líneas.

Los desequilibrios -que no son dramáticos y se dan tanto en la enseñanza en castellano como en las líneas en catalán- obedecen más bien a realidades socioecónomicas: los alumnos de escuelas privadas llegan a conocer mejor ambas lenguas que los de escuelas públicas.

Un estudio de 1990 sobre calificaciones escolares (J. Sarramona y otros) demuestra que las notas de los alumnos de inmersión no difieren de las obtenidas por quienes no siguen ese programa.

El propio Departamento de Enseñanza ha elaborado un estudio sobre la evolución de los rendimientos académicos en la EGB. Según esos datos, en el curso 1991-1992, el 93% de los alumnos del ciclo inicial en toda Cataluña superaron el aprobado en catalán; el 96% en castellano; el 93% en matemáticas, y el 92% en experiencias. Comparando con cursos anteriores, esos porcentajes disminuyen ligeramente en catalán y experiencias, se mantienen estables en matemáticas y sólo aumentan, también ligeramente, en lengua castellana.

En cuanto al ciclo superior, los aprobados en el curso 199 1 -1992 eran los siguientes: el 8 1 % en catalán, el 79% en castellano, el 79% en idioma moderno, el 74% en matemáticas y el 80% en sociales. La evolución desde el curso 1987-1988 implica un descenso de los porcentajes de todas las asignaturas: tres puntos en catalán e idioma moderno; dos puntos en las demás materias.

Conocimiento del castellano

Una reciente tesis doctoral de D. Ribes sobre la inmersión en el catalán revela que el conocimiento de castellano en alumnos de 10 anos que han seguido cursos de inmersión es prácticamente el mismo que en los grupos de control de alumnos que acuden a escuelas catalanas (para catalanohablantes) y de niños castellanohablantes de escuelas sólo parcialmente catalanizadas -prácticamente no existen escuelas sólo en castellano- Aún más, en comprensión lectora del castellano obtienen mejor puntuación los alumnos de inmersión que los de escuelas mayoritariamente castellanas. Ambos grupos son superados en esto por los alumnos catalanes de escuelas catalanas.

Otros estudios (Rosa Boixaderas y otros, 1991), sin embargo, señalan que, en expresión escrita del castellano, los niños castellanohablantes de escuelas de catalanización mínima obtienen mejor puntuación que los niños de lengua castellana que acuden a colegios de catalanización máxima y únicamente han tenido contacto escolar con el castellano como asignatura.

E n cuanto al conocimiento del catalán, obtienen puntuaciones mucho más altas los alumnos castellanos que siguen programas de inmersión que los escolarizados en castellano. Pero siempre por detrás de los niños catalanohablantes escolarizados en catalán.

Algunos estudiosos (Boixaderas y Ribes) sí han observado, sin embargo, problemas en el aprendizaje de las matemáticas. Los escolares de 10 años del programa de inmersión no difieren de los alumnos de los demás grupos en razonamiento matemático, pero son significativamente inferiores en conceptos y en habilidades mecánicas, quizá porque el profesorado del programa de inmersión se centra mucho en los primeros años en la enseñanza de la segunda lengua y abandona, en parte, la enseñanza de habilidades matemáticas. Esas diferencias se mantienen cuando se analizan los alumnos de coeficiente intelectual medio, pero desaparecen con los de coeficiente intelectual alto y bajo. Un único trabajo ha detectado también niveles de conocimiento significativamente más bajos en ciencias naturales en los alumnos de inmersión comparados con los escolares de los demás grupos. Otros estudios no reflejan esas diferencias, ni en matemáticas ni en ciencias naturales.

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