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El Pen Club Internacional critica duramente la ausencia de un centro español

300 escritores que crean en más de 50 idiomas participan en el congreso de Santiago

"Para el Pen Club Internacional resulta muy difícil comprender por qué no existe un Pen español", declaró ayer Alexandre Blokh, secretario internacional de la organización de escritores creada en 1921 para defender la libertad de expresión. Blokh, que ha hecho múltiples gestiones para que fuera operativo un centro español, manifestó poco antes de la inauguración del 60º Congreso, que se celebra hasta el domingo en Santiago, que la ausencia de este centro "es una de nuestras tragedias" ya que no está representada en la organización "una de las grandes literaturas del mundo".

Cuando en 1982 Alexandre Blokh tomo posesión de la secretaría del Pen (organización que toma su nombre de las iniciales de poetas, ensayistas y novelistas), una de sus primeras gestiones fue viajar a Madrid para intentar revitalizar un Pen español que era totalmente inoperante. Sus gestiones, sin embargo, resultaron en ese momento infructuosas.Tras la llegada de su amigo Jorge Semprún al Ministerio de Cultura, Blokh lanzó una nueva ofensiva, esta vez con el apoyo total del ministro, pero para su sorpresa fue imposible que los escritores españoles se pusieran de acuerdo.

"El último intento lo hicimos poco antes del congreso de Barcelona, celebrado el pasado ano, pero se volvió a fracasar comenta Blokh. Uno de los protagonistas de este último intento fue el escritor Horacio Vázquez Rial, quien debía convertirse en nuevo secretario del Pen español, con Fernando Morán como presidente. Vázquez Rial, sin embargo, se muestra ahora pesimista tras el fracaso de aquel intento.

"Me encontré el pasado agosto con Fernando Morán en El Escorial y hablamos del tema, pero no hay nada nuevo", comenta. "Tras la muerte de José Antonio Gabriel y Galán, que fue uno de los principales impulsores de este proyecto, intentamos celebrar algunas reuniones en Madrid, pero fue inútil".

Vázquez Rial, que ha preferido no asistir al congreso de Santiago, tiene todavía en su poder las fotocopias de los trámites de la legalización del Pen español que realizara Gabriel y Galán en 1987. "Nadie me las ha pedido", dice, lo que significa que el tema no se mueve; todo ha quedado en agua de borrajas".

Ursula Heinze, president del Pen Club gallego, considera que el congreso de Santiago, que asisten unos 300 escritores que representan a más de 50 lenguas, "es una oportunidad única para mostrar al exterior la vitalidad de una cultura poco conocida como es la nuestra".

Sobre la ausencia de un centro español, señala: "Queda claro que no hay interés en crearlo. Pienso que demuestra un poco la mentalidad del hombre español, que pasa de todo".Situación absurda

Al 600 Congreso del Pen, organizado por el Pen gallego, asisten, entre otros, los representantes de tres centros que funcionan en España: el gallego, el' catalán y el vasco. Junto con el inglés y el francés, el gallego tendrá el privilegio de ser una de las lenguas oficiales.

La ausencia de un Pen español ha provocado situaciones tan absurdas como que, en un reciente congreso en Montreal, fuera la delegación catalana la que tuviera que defender los derechos del castellano en Puerto Rico.

El dramaturgo inglés Ronald Hardaway, de origen surafricano, se perfila como el casi seguro nuevo presidente del Pen internacional, en sustitución del húngaro György Konrad. Si no hay sorpresas, Hardaway será elegido esta misma semana en Santiago.

Konrad se retira voluntariamente de la presidencia de la organización después de que en el último congreso, celebrado en Dubrovnik, recibiera fuertes acusaciones por su negativa a condenar la actitud serbia en la ex Yugoslavia. Konrad es de la opinión de que todo tipo de nacionalismos acaba degenerando en conflicto.

La situación en la ex Yugoslavia sigue siendo uno de los temas principales en la agenda del Pen. "Tendremos representantes de todas las partes implicadas", afirma Blokh, "y espero que ésto permita abrir un diálogo y una cooperación cultural".

Blokh difiere de las opiniones de Konrad y matiza que "el nacionalismo no agresivo, como es el caso del gallego y el catalán, es un ejemplo de cómo se puede avanzar en el terreno de la cultura sin crear conflictos como los de la ex Yugoslavia".

Otros temas a debatir en la reunión de Santiago son la nueva situación en Oriente Medio (la creación de un Pen palestino se aprobó en Barcelona el año pasado) y la creación de un Pen en Cuba. "No debemos olvidar que Fidel Castro es un gallego", señala Blokh con una sonrisa, "y por eso pensamos que el Pen gallego puede ser un buen intermediario para conseguir la creación de un centro en Cuba".

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