Los expertos discrepan sobre el origen espacial de las catástrofes que han asolado la Tierra

Van por el mundo haciendo hablar a las piedras, intentando. sacarles respuestas a algunos de los misterios más fascinantes de la historia, como la causa, tan de moda en los últimos años, de la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años. Son físicos, geólogos, alcontólogos y astrofísicos, y viven un nuevo renacimento de la mano de la teoría del origen extraterrestre de algunas de las catástrofes qué han asolado la Tierra. Pero les cuesta ponerse de acuerdo, como se está viendo esta semana en el curso Catástrofes en la historia del sistema solar, en El Escorial (Madrid).

Las catástrofes son un proceso fundamental y-normal en la evolución del sistema solar, recuerda el alemán Dieter Stloffer, implicado en un programa europeo de búsqueda de cráteres producidos por meteoritos, y sin ellas no existirían los planetas, por ejemlo. Para Francisco Anguita, director del curso, es fundamental recordar que las catástrofes no son solo colisiones, terremotos y volcanes, sino también la desecación de un mar cuando se cierra, como ocurrió con el Mediterráneo hace seis millones de años, o los cambios climáticos.Jan Smit, holandés, llegó a España hace muchos años, en 1970, como estudiante de paleontología en la zona de Cara,vaca (Murcia), adonde todavía vuelve cuando quiere aclarar las ideas. Entonces no era catastrofista, como se suele denominar a los partidarios de la hipótesis de (que el choque de asteroides contra la Tierra es el origen de algunas transformaciones súbitas del -planeta a lo largo de -su historia.

De hecho, esta teoría no em-

ezó a recibir espaldarazo científlico hasta 1979, cuando Walter y Luis Álvarez, estadounidenses, :relacionaron la concentración inusual de iridio y otros elementos de probable origen sideral en determinados estratos correspondientes a la frontera entre el cretácico y el terciario (el llamado límite K/T) con la colisión de un asteroide con la Tierra en esa epoca, hace 65 millones de años, cuando se extinguieron los dinosaurios. "Empecé a ver el límite K/T n muchos lugares de los que estudiamos y sus extrañas características", dice Smit. "Es un corte súbito, espectacular. El sedimento normal se interrumpe y la fauna que, hay por encima es completamente distinta de la que hay por debajo". Asegura que llegó a la misma conclusión que los Álvarez y al mismo tiempo, en 1978, pero que sus métodos de análisis de las rocas no eran suficientemente sensibles para detectar iridio, aunque sí níquel y cromo. "Cuando Álvarez comunicó el descubrimiento de iridio en el límite K/T rehicimos, los análisis y allí estaba".

El gran asteroide de México

Ahora Smit está seguro de que un gran asteroide chocó contra la Tierra en la zona del golfo, de México hace 65 millones de años y -que sus catastróficos efectos -terremotos, vulcanismo, olas gigantes- son observables geológicamente por todo el planeta. Hace solamente dos años que los científicos, entre ellos Smit, al revisar los datos de un cráter submarino, el de Chicxulub, frente a la península de Yucatán, llegaron a la conclusión de que allí fue donde se estrelló el asteroide.Gerta Keller, paleontóloga estadounidense, no está de acuerdo con esta hipótesis, y descalifica a Luis Álvarez y a Smit. Sus estudios de una parte de la microfauna fosilizada de la época le indidan que no- se produjo esa extinción súbita de que hablan otros y que las especies pudieron desaparecer gradualmente por otras causas, como cambios del clima y del nivel del mar. El paleontólogo de Barcelona Ferrán Colombo no ha conseguido encontrar iridio en el límite K/T en rocas del noreste de España y es también cauteloso.

En general, los paleontólogos son más reacios que los geoquímicos y los físicos a aceptar la hipótesis de impactos de asteroides porque la propia situación del límite, en una zona de corte que puede ser de sólo 20 centímetros de altura, se encuentra en discusión y muchas veces no cuadra con los fósiles que contiene. Según Colombo, si la extinción se fija en el estrato en que se encuentran los huevos de dinosaurio, éstos se extinguieron nada menos que dos millones de años antes que determinada flora de la zona que ha estudiado.

Para Smit, la discusión no tiene sentido. "Hicimos la hipótesis y hemos ido encontrando todo lo que la justifica, hasta el cráter. Hay que ver la situación general, no cosas parciales". Y mantiene que las perforaciones petrolíferas a veces son muy valiosas, como con el cráter de Chicxulub, descubierto gracias a laempresa petrolífera mexicana Pemex.

Smit ha encontrado restos del catastrófico impacto en lugares muy alejados, al otro lado del Pacífico. En España las más interesantes son las zonas de Zumaya (Guipúzcoa), Caravaca (Murcia) y Agost (Alicante).