Rivera: "Es imposible quitarle pintura a la poesía de Alberti"

"Nunca nadie pintó las letras como las ha pintado Rafael Alberti", dijo ayer Manuel Rivera, pintor y académico de Bellas Artes de San Fernando, en la última sesión del curso de verano Retorno a Rafael Alberti, que a lo largo de la semana se ha celebrado en San Lorenzo de El Escorial, organizado por la Universidad Complutense. Rivera señaló que "es casi imposible quitarle pintura a su poesía".

El poeta, el escritor teatral, el exiliado, el pintor fue analizado desde el punto de vista de distintos especialistas, artistas, escritores y profesores de literatura. Manuel Rivera dedicó su intervención al Alberti pintor. "La primera forma de expresión adoptada por Alberti fue la pintura. Ésta influye de decisiva manera en su posterior obra poética, toda ella se encuentra impregnada de su profunda sensibilidad de pintor".La primera obra pictórica del autor de Marinero en tierra, Friso de las danzarinas (1920), "es por su dinamismo, repetición de formas y líneas, algo que parece salir del tronco del futurismo italiano". Con esta obra y con Friso rítmico para un solo verso se sitúa "en la máxima vanguardia europea", aseguró Rivera.

Parece que en 1922 "la palabra [Arboleda perdida] comienza a dominar al signo [la pintura]". Pero Rivera, que considera que Alberti "siempre fue, ha sido biológicamente pintor", matizó que hacer una separación de ambas formas es "superficial", porque "pintura y poesía participan una de otra".

Fue en Roma donde Alberti se entrega casi por completo a la pintura y al grabado. "Trabaja en unión de la palabra, el signo con el nombre de "liricografías". De esta forma, se convierte "en uno de los grabadores y dibujantes más importantes del colectivo artístico italiano", añadió. El artista pleno se muestra con su serie El lirismo del alfabeto, que comienza en 1969 y que expone en Roma en 1972. En ella desvela que "su imaginación es inagotable, el tema de la letra te hace entrar en laberintos estéticos por los que entra y sale con absoluta seguridad".

Otros azules

Rivera, que definió al poeta-pintor como "un personaje típico del renacimiento italiano, confesó que de la amistad con Alberti aprendió "otros azules". Además del ultramar, cobalto, cerúleo, turquesa o prusia que conocía y "el fray azul angélico y el Pablo Ruiz azul Picasso", con él descubrió "otro azul hermosísimo, el azul Rafael Alberti. "Lo utiliza en sus cielos, en algunas de las prendas con las que viste. Está en la red de los pescadores, por las casas y en el aire de El Puerto de Santa María".

El escritor y crítico de arte, José Corredor-Matheos, que habló de la pintura en la poesia, poesía en la pintura, coincidió en decir que la obra pictórica de Alberti "revela las mismas predisposiciones de ánimo que su poesía" y que esta fue su primera vocación artística.

El director del Festival Intemacional de Teatro de Mérida, José Monleón, dijo el jueves que la obra teatral de Alberti ha estado "mal representada" en los escenarios españoles. Monleón añadió que la carga erótica está escénicamente mal desarrollada y es pobre en España. "No se sabe hacer y pasamos a lo pornográfico", explicó. Sin embargo, matizó que este erotismo sí está bien representado en la obra de Alberti.