"Si España fuera más eficaz sería el paraíso", dice Ian Gibson

Hace tres años la BBC encargó al escritor Ian Gibson unos guiones de televisión sobre España, país en el vive desde 1978. "Era una serie para británicos en la que yo quería prescindir de tópicos, ni toros ni claveles", señala Gibson, que ahora presenta los guiones en un libro titulado España. "Si España fuera un país un poco más eficaz sería el paraíso", afirma.

"Esta es una situación muy embarazosa porque este libro está pensado para los británicos que no saben nada de España y a los españoles les puede parecer que es una visión vaga y parcial", señala Gibson, de 63 años, que aunque escribió los textos de la serie no participó en el montaje final ni en la elección del título original de la serie: Fuego en la sangre. "Yo quería que se llamara Matices de España, pero a la mujer de uno de los directivos de la serie le gustó más el otro título", explica el autor, para el que la manera inconsciente que tienen los españoles de vivir el presente es su principal atractivo, aunque nuble su visión del futuro: "Sería terrible convertir España en una Alemania con sol"."Ni en la serie ni en los textos quería caer en ningún tópico, y por no salir ni salen toros. Sólo testículos de toro, algo que resultó polémico porque yo citaba la anécdota que cuenta cómo Primo de Rivera solía comer testículos para tener más potencia sexual. Un día un granadino me paró por la calle y me dijo muy cabreado que qué era eso de que los españoles necesitaban comer criadillas para ponerse cachondos". Gibson, que no cree que la serie llegue a emitirse en España, admite que con la traducción al castellano del libro se ha perdido parte del sentido irónico que él intentó plasmar. El escritor, que prepara una biografía de Dalí -"un libro que no terminaré hasta dentro de cuatro años"-, dice en uno de los capítulos de España: "Si generalizar respecto de cualquier nación ya es peligroso, lo es de forma especial en el caso de España, con su mosaico de pueblos, idiomas e idiosincrasias regionales... He venido ganándome la vida en España como escritor desde 1978 y, en 1984, obtuve la nacionalidad española. No soy un turista ni un hispanófilo que ha decidido vivir aquí sus últimos años tras la jubilación. Vivo y trabajo entre españoles y respecto a ellos, como respecto al pueblo de mi Irlanda natal, albergo sentimientos encontrados, un apasionado compuesto de amor y rabia en el que es el amor lo que predomina".