Las leyes deben proteger los derechos personales frente al avance en genética
La necesidad de un marco legal que regule las implicaciones jurídicas y laborales de los descubrimientos que se derivan de las investigaciones sobre los 100.000 genes humanos fue subrayada ayer en la clausura de la Reunión Internacional sobre el Derecho ante el Proyecto Genoma Humano. En las conclusiones destaca el deber de defender los derechos del individuo. La Declaración de Bilbao, previa a las conclusiones, pide el control urgente del Proyecto Genoma Humano por una agencia internacional.
"Soy un ciudadano fascinado y casi asustado por las investigaciones genéticas" dijo el presidente del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, en la clausura, a la que acudieron los máximos responsables del Banco Bilbao-Vizcaya y su fundación, que ha organizado la reunión. Antes, las sesiones se habían dedicado a1as implicaciones jurídicas de la identificación mediante la huella genética y a las consecuencias en las relaciones laborales.En ambos casos no se llegó a posturas únicas y claras, por la complejidad de los intereses contrapuestos. Luis Díez-Picazo, catedrático de Derecho Civil, recordó que las leyes españolas, tanto civiles como penales, permiten en teoría la práctica de todo tipo de pruebas biológicas, pero que en casos de paternidad la doctrina judicial es que no se puede obligar a un hombre a someterse a las pruebas, aunque sí deducir de su negativa que se trata del padre. En los casos penales, como las violaciones, Angel Carracedo, catedrático de Medicina Legal, pidió a letrados y jueces que se formen en estadística para poder comparar el grado de certeza que dan los análisis genéticos de los restos encontrados, como semen y cabellos, presentados de forma científica, con otras pruebas sin características científicas.
El uso de datos obtenidos en chequeos médicos obtenidos previamente a la realización de un contrato de trabajo plantea problemas muy difíciles. "No existe en general el deber de someterse a análisis genético", dijo el catedrático alemán Gunther Wiese, "pero debe haber excepciones, como cuando una persona con un defecto genético no puede hacer determinado trabajo".
Rafael Mendizábal, letrado del Tribunal Constitucional, indicó que deben primar siempre los derechos fundamentales del individuo a la intimidad y a la no discriminación.
En el congreso han participado muchos más juristas que científicos. "Nunca me había encontrado con tantos juristas", comentó durante el acto de clausura Aaron Klug, Nobel de Química. Tanto la declaración como las conclusiones finales han sido elaboradas por un grupo de trabajo, por lo que sólo pueden ser consideradas como recomendaciones. A la reunión han asistido 130 expertos de Estados Unidos, Europa y Latinoamérica.
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