_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Contra el estilo

Ana JottaGalería Berini, Pl. Comercial, 3. Barcelona. Hasta el 15 de mayo.

Ignasi Aballí

Galería Antoni Estrany. Passatge Mercader, 18. Barcelona. Hasta el 12 de mayo.

La portuguesa Ana Jotta (Lisboa, 1946) es una artista que se mueve en distintos terrenos con gran versatilidad. Desde que comenzara a exponer a principios de la década pasada, ha producido pinturas, esculturas, fotografías e instalaciones, rechazando conscientemente la idea de estilo propio. Ha creado, por ejemplo, al modo de Pessoa, una serie de heterónimos a quienes ha dotado de estilos diferentes y para los que ha inventado currículos detallados.

También ha pintado retratos hiperrealistas y cuadros de apariencia infantil. Y otra vez expuso en una galería, en una línea neodadaísta, un grupo de objetos diversos, cuya única relación consistía en provenir de su propia casa. Más recientemente, Jotta ha realizado una serie de pequeñas esculturas de bronce pintadas de blanco. Estas, aunque abstractas, rehuían toda posibilidad de geometría y se asemejaban más bien a masas de yeso aún fresco y maleable.

Ahora, aún interesada por la posible elocuencia poética de las formas ambiguas y para su primera exposición en España, Jotta nos presenta una serie de 27 pequeñas esculturas de porcelana blanca, basadas en las célebres manchas del test psicológico de Rorschach. Éstas han sido agrupadas caóticamente sobre una mesa, de modo similar a como Farry Flanagan expone sus cerámicas. El resto de la galería está vacio. Estas obras, realizadas en un tipo de porcelana llamada biscuit (galletas en inglés), se asemejan a moldes de cocina. Al dar categoría de obra de arte a un vehículo de creación, trata de legitimizar la idea como resultado. Eso sí, con objetos muy estéticos.

Rechazo de lo tradicional

Preocupado por otras cuestiones, Ignasi Aballí (Barcelona, 1958) rechaza también el concepto tradicional de estilo, para intervenir mínimamente en la creación de sus obras. En sus dos últimas exposiciones, este artista catalán se había interesado ya, mediante una serie de estrategias conceptuales, en cómo representar en su trabajo el paso del tiempo y el poder transformador del fuego.

Sus pinturas recientes expuestas en Barcelona están presentadas con elegancia exquisita. Se trata de grandes cartones sobre madera que han sido pintados con luz. Para lograr esto, los ha adherido durante un tiempo a las ventanas y puertas exteriores de su casa y de su estudio, de modo que las partes que quedaban tras los cristales de las ventanas y puertas se han oscurecido al estar expuestas a la luz del sol. De apariencia muy simple, son trabajos ricos semánticamente. De hecho, nos iluminan literalmente y participan de la creencia de que el arte es más que un mero ejercicio formal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_