Cuentos y ensayos inéditos

Saúl Yurklevich es el albacea literario del escritor argentino Julio Cortázar. "La mayoría de los manuscritos de sus libros fueron vendidos a la Universidad americana de Austin. Son papeles escritos a máquina pero repletos de anotaciones a mano. Respecto a su colección de discos, sobre todo la estupenda dedicada al jazz, sólo puedo decir que ya no existe, se vendió y se dispersó", explica Yukievich.Parte de la biblioteca personal del escritor depende hoy de la Universidad de la Soborna, de París. Está en unos locales que están en el 28 de la rue Saint Guillaume, en el barrio de Saint Germain, y, según recuerda el escritor Arnaldo Calveyra, también amigo de Cortázar, "muchos de los volúmenes están anotados, con comentarios, subrayados, admiraciones, a veces escritas en el margen, otras a pie de página. Era una biblioteca hedonista, de alguien que vivía con los libros".

"La otra orilla"

Queda el problema de los inéditos. "Hay un conjunto de cuentos, que se editará bajo el título La otra orilla, que son lo primero que escribió y conservó. Pero también hay textos que no son de ficción, como un ensayo, A través del túnel, dedicado a la novela contemporánea, y otro que tiene por objeto la poesía de John Keats, que era uno de los autores favoritos de Julio. Y al fin están las notas, reflexiones, borradores y todo tipo de papeles breves", explica Saúl Yurkievich.

Ni cartas suyas ni de amigos, "aunque sé que Octavio Paz, Fuentes y Vargas Llosa sí conservan las que él les envió", añade el escritor amigo de Julio Cortázar.