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Giscard aventaja por primera vez a Chirac, según un sondeo

Un nuevo sondeo, publicado por el semanario L´Express, abre las especulaciones sobre una futura división en la coalición de centro-derecha, la Unión para Francia (UPF), que agrupa a los gaullistas de la Asamblea para la República (RPR), presididos por Jacques Chirac, y a los liberales y centristas de la Unión para la Democracia Francesa (UDF), de Valéry Giscard d'Estaing. Según esta encuesta, Giscard supera en intención de voto, por primera vez, a Chirac. Hasta ahora, la derecha tenía su estrategia diseñada en torno a la figura de Chirac como futuro presidente francés.

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El dato es importante porque la tradición quiere que el presidente llame al líder de la mayoría más votada para formar Gobierno. Hasta ahora, todos los sondeos no sólo han dado un amplio margen favorable a la UPF frente al Partido Socialista en las elecciones legislativas de los próximos días 21 y 28, sino que además el RPR aparecía siempre por delante de la formación centrista. La estrategia de la derecha parecía pasar por colocar a Chirac al frente del Parlamento, en reserva para las presidenciales de 1995, y al también gaullista Edouard Balladur como primer ministro.Una eventual victoria de la UDF, además de reflotar a Giscard como presidenciable, abriría las puertas a muchos otros candidatos a primer Ministro: François Leotard, Raymond Barre o Simone Veil, amén del propio Giscard entrarían a formar parte del pelotón de candidatos.

Es bien sabido que la alianza UDF-RPR ha atravesado momentos de grave tensión y, aunque la lógica quiere que los dos gallitos de la derecha estén condenados a entenderse, la rivalidad sigue siendo muy fuerte.

Europeísmo y 'grandeur'

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La UDF mantiene, desde siempre, una actitud europeísta y modernizadora, mientras que el RPR es el heredero del nacionalismo gaullista y de su política de grandeur y de mantenimiento de la célebre "excepción francesa". El enfrentamiento entre RPR y UDF daría una amplio margen de maniobra al presidente Mitterrand, que podría hacer explotar la coalición derechista.

Mientras tanto, el presidente sigue preparando su cohabitación. La Constitución de 1958 deja en manos del presidente y del Gobierno el nombramiento de 700 altos cargos de la Administración. Y los socialistas, al igual que hizo Chirac en 1988, aprovechan ese artículo 13 de la Carta Magna para colocar antenas en todo el aparato del Estado. En los últimos dos meses han sido nombrados siete nuevos inspectores generales -sobre un total de 12- en el Ministerio de Educación. En Asuntos Exteriores se han producido 30 nombramientos, cuando el promedio es de 50 anuales. Justicia ha inaugurado un nuevo servicio, el de prevención de la corrupción, dirigido por un fiel seguidor de Mitterrand. Interior se ha inventado la figura del Prefecto Delegado para Seguridad y Defensa, que mantendrá un cierto control sobre la maquinaria electoral y administrativa en todo el país.

[Por otra parte, varias decenas de agricultores arrojaron ayer huevos y manzanas podridas contra el primer ministro francés, Pierre Bérégovoy, en el curso de un acto electoral en la localidad de Loche. Los agricultores protestaban contra la política de la Comunidad Europea].

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